Pecado
La vida es impredecible si mi tiempo como humana y mujer lobo me ha enseñado algo. Incluso después de todos los obstáculos que me ha lanzado, siempre mantuve la cabeza a flote y logré prosperar en cualquier situación. Pero esta Chiquita será la primera en admitir que estaba perdida y miserable al estar separada de Allie durante su tratamiento para la depresión posparto. Las dos estábamos acostumbradas a arrasar con cualquier cosa y todo lo que se interpusiera en nuestro camino, pero las cosas eran diferentes esta vez. Todos sabían que tomaría tiempo para que Allie sanara, pero no creo que ninguno de nosotros esperara que durara todo un año, y ha sido un desafío. Ni siquiera dos meses después de que Allie se fue, di a luz a nuestra hija, Briana, alias Brie. Todavía me emociono cuando pienso en que Allie se perdió esos primeros momentos, pero sabía que esto no se trataba de mí y culpaba a las hormonas. Mientras mi mejor amiga regresara a nosotros, feliz y saludable, atravesaría el infierno y volvería sin dudarlo.
Una vez que Allie fue autorizada para recibir visitas, Leah y yo decidimos hacer un horario de visitas para que Allie pudiera ver a todos por igual y pensamos que eso la motivaría a trabajar aún más para volver a casa. Dorian y los niños obviamente estaban primero en esa lista, y decidimos que era más fácil ir en orden por rango. Incluimos a Jed y a los demás, junto con algunos Omegas en casa que también querían visitarla. Leah y yo tratamos de acomodar a tantos miembros de la manada como fuera posible, pero desafortunadamente, no podíamos dejar que todos supieran dónde estaba.
Después de un año de tratamiento y usando algo de magia rara, cortesía de nuestros nuevos amigos, Rylee y Lexie, Allie finalmente estaba regresando a casa. Tan pronto como Brandon escuchó la excelente noticia de Dorian, rápidamente difundió la palabra a la manada, y todos querían una fiesta para darle la bienvenida a casa. Pero resultó que estaría en casa más rápido de lo que pensábamos, así que optamos por tener un saludo sorpresa en su lugar. Como todo fue de último minuto, Leah, Sam, Lacie y yo lo preparamos todo y nos aseguramos de que, al menos, tuviéramos un cartel colgado en el frente de la casa de la manada. Decir que Allie estaba sorprendida cuando llegó a casa sería quedarse corto, considerando que no le gustan mucho las sorpresas. Pero creo que esta fue muy bienvenida.
—¡SORPRESA! ¡BIENVENIDA A CASA, LUNA! —gritó la manada al unísono. Allie se llevó la mano al pecho por el casi infarto, pero sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¡Perra, no llores! —grité antes de estrellarme contra Allie, dándole uno de mis abrazos de oso característicos.
—Vete al diablo, zorra —respondió Allie y me abrazó de vuelta mientras lloraba en mi hombro, lo que eventualmente me hizo llorar también.
—¡No la acapares, puta! —gritó Leah, interrumpiendo nuestra llantina.
—¡Sí, zorra! —Sam y Lacie también intervinieron, haciendo que Allie estallara en carcajadas, y todos terminamos compartiendo un gran abrazo grupal. Mikey y Brandon eventualmente tuvieron sus turnos, junto con los otros miembros de la manada, que estaban igual de emocionados de tener a Allie de vuelta. Ahora que Allie y Mercury estaban sincronizados de nuevo, también lo estaban nuestros lobos como El Trío del Desierto. Allie estaba mucho más tranquila y había vuelto a ser su yo feliz antes de que comenzara todo el drama con Heather hace tres años.
—¡Discurso! ¡Discurso! ¡Discurso! —los miembros de la manada vitoreaban por todos lados mientras Allie se dirigía al centro de la rotonda después de saludar a todos. Era agradable ver que todos todavía adoraban a nuestra Luna tanto como lo hacían antes de su ausencia, si no más.
—Los he extrañado a todos tanto, a cada uno de ustedes. Sé que no todos pudieron visitarme mientras estaba fuera, pero sabía y sentía que sus corazones estaban conmigo. Lamento no haber podido ser la Luna que todos necesitaban que fuera, pero prometo que haré mi mejor esfuerzo para convertirme en la Luna que merecen. Gracias a todos por confiar en mí y por la maravillosa sorpresa al darme la bienvenida a casa. Realmente los amo a cada uno de ustedes, incluso si no lo demuestro tan a menudo como debería. Es un honor para mí retomar mi lugar como Luna de la manada Luna del Desierto. Eso es si todos me reciben.
—¡LUNA! —todos aullaron juntos como una manada y se inclinaron en señal de sumisión. Levanté un poco la cabeza para ver lágrimas en los ojos de Allie mientras sollozaba y reconocía a todos. Ella dio la orden de levantarse, y la manada le sonrió antes de reanudar su trabajo diario. Planeamos celebrar su regreso en su totalidad más adelante en la semana, pero hasta entonces, todo volvió a la normalidad.
—¿Dónde están mis hijos? —preguntó Allie.
—Ben y Eleanor los llevaron a ver a Amber y Ronnie. Es el cumpleaños de Cassius este fin de semana, ¿recuerdas? —le dije.
—Oh, es cierto. Maldición, esperaba pasar tiempo con mis pequeños.
—No te preocupes, podemos pasar todo el tiempo del mundo con nuestros pequeños cuando regresen —Dorian le dijo a Allie, acercándose por detrás. —Creo que deberíamos pasar un tiempo a solas ahora que estás en casa,— le susurró con un gruñido en su oído mientras Allie sonreía y se aferraba a sus brazos.
—¿No tienes que ir a trabajar, Dorian? —le pregunté. Allie se rió por lo bajo ante mi pregunta.
—Hoy es mi día libre —insistió Dorian.
—Sí, claro. Ha sido tu día libre desde que Allie se fue. Ahora que ha vuelto, ¡ve a trabajar y deja que la pobre chica respire!
—Sin, ¡no he tenido sexo con mi esposa en todo un año!
—¡Mentira, señor! ¡Sé con certeza que ustedes tuvieron rapiditos durante las visitas sin los niños!
—¡Esos no cuentan! —se quejó Dorian.
—Dorian, ve a la oficina. Sé que has estado descuidando el trabajo por mi culpa. Honestamente, estoy un poco cansada después de nuestra aventura de hoy, y podemos recuperar el tiempo perdido cuando llegues a casa —Allie tomó el control, y Dorian gruñó en desaprobación pero aceptó, no obstante. Después de que él y Mikey se fueron a la oficina, enlacé mi brazo con el de Allie y la arrastré hacia la casa.
—Nick, ¿puedes guardar su bolsa en su habitación, por favor? —Leah le pidió a su guardia.
—Claro, Beta. ¡Bienvenida a casa, Luna! —dijo una vez más antes de recoger su bolsa y llevarla arriba como se le indicó. El resto de las chicas nos siguieron al comedor, donde la Sra. Johnson y Katie ya tenían té y galletas de manteca recién hechas esperándonos.
—Luna, ¡es tan bueno tenerte de vuelta! —la Sra. Johnson la saludó antes de darle un abrazo maternal.
—Te extrañé, sra. Johnson —respondió Allie, devolviéndole el abrazo.
—Luna, ¡bienvenida a casa! —dijo Katie y también la abrazó.
—Gracias, Katie —Allie miró alrededor y sonrió—. Supongo que las galletas de manteca son tuyas, ¿Katie?
—Así es. Nuevas y mejoradas. ¡Pruébalas! —dijo Katie emocionada. Allie tomó una y le dio un mordisco, soltando un gemido de placer. Una gran sonrisa apareció en el rostro de Katie porque, excepto por Allie, todos sabíamos que sus habilidades de repostería se habían vuelto de primera categoría en el último año.
—¡Estas son tan buenas, Katie! Tus otras también eran buenas, pero estas son... ¡Dios santo! —Allie gimió mientras tomaba otro bocado.
—¡Oh, me alegra tanto que te gusten! —chilló Katie y chocó los cinco con la sra. Johnson.
—¡Me fascinan! Tienes que hacer estas todo el tiempo. ¡A los niños les encantarían!
—Oh, chica, a nuestros pequeños les encantan y se han convertido en su merienda diaria. ¡La cantidad de manteca que tenemos que mantener en stock ahora es una locura! —le dije y la arrastré lejos de la isla para sentarnos a la mesa. Sin perder el ritmo, Katie y la sra. Johnson trajeron el té y algunas galletas más mientras nos sentábamos.
—En serio, Katie, ¡deberías venderlas! —Allie exclamó mientras tomaba otra del plato.
—¡Me alegra tanto que lo digas! ¡Porque lo voy a hacer! —chilló Katie. Todas sonreímos ya que ya habíamos escuchado las buenas noticias.
—¿De verdad? —preguntó Allie y la miró sorprendida.
—¡Simba y yo estamos abriendo un servicio de entrega de delicias horneadas! —Katie aplaudió y saltó de alegría.
—¡ESO ES GENIAL! ¡Estoy muy emocionada por ustedes! ¿Cómo lo van a llamar?
—Lo vamos a llamar Lion King’s Baked Goods. Dado que su nombre es Simba y el nombre de mi loba es Nala, es lo más apropiado.
—¡Genial! —exclamó Allie y le dio un choque de manos—. ¡No puedo esperar a pedir algunas de las deliciosas golosinas que vas a hacer!
—Oh, Luna, prácticamente ya has probado todo. El pastel de chocolate Andes está en el menú, estas galletas de mantequilla, y, ¡oh! Incluso mis muffins de doble chocolate estarán disponibles también.
—Katie, estás a punto de darles diabetes a muchos humanos con tus delicias horneadas. Estoy muy orgullosa y feliz por ustedes. Avísame cuando estén oficialmente abiertos para el negocio. Seré tu primera clienta.
—Luna, no tienes que hacer eso.
—Katie, tus habilidades para hornear son de las mejores en esta casa ahora, si no las mejores. Sin ofender a la sra. Johnson.
—¡No me ofendo, queridas! —gritó la Sra. Johnson desde la cocina, haciéndonos sonreír a todas.
—Estaría más que feliz de apoyarte a ti, a Simba y a los gemelos. Esto es emocionante para ustedes.
—Allie, te das cuenta de que si tienen buen negocio, Simba estará demasiado ocupado haciendo entregas para ser tu guardia, ¿verdad? —después de que Leah soltara esta bomba inesperada, la cara de Allie se llenó de sorpresa, y Katie se quedó congelada en su lugar. Al darse cuenta de que su expresión facial podría haber causado esta reacción en Katie, Allie rápidamente se recuperó mientras nos sonreía y asentía.
—Bueno, entonces, supongo que es hora de encontrar un nuevo guardia —todas nuestras bocas se abrieron de total asombro.
—¿Luna? —preguntó Katie, claramente tan sorprendida como todos los demás.
—Sé que siempre he dicho que nunca reemplazaría a Simba, pero no puedo ser egoísta cuando se trata de él. La verdad es que lo mantuve como mi guardia no solo porque es genial en eso, sino porque es uno de mis mejores amigos. Pero después de lo que pasó el año pasado con toda la situación de Heather y Simba casi muriendo por eso, me doy cuenta de que es hora de dejarlo retirarse de las funciones de guardia para que pueda estar aquí en la casa de la manada como un guerrero de la manada. Además, necesitarás el apoyo total de Simba con este nuevo emprendimiento. Así que hablaré con Dorian cuando llegue a casa más tarde, y comenzaremos la búsqueda de un nuevo guardia. Pero por ahora, hagamos que Leroy y Simba cambien. De esta manera, Simba puede reducir gradualmente sus responsabilidades, y Leroy puede acostumbrarse a ser el punto.
—¡Muchas gracias, Luna! —Katie gritó y la abrazó de nuevo.
—Es un placer, Katie. Ahora, sugiero que hagas más de estas galletas para el postre porque definitivamente querré más. ¿Quizás con un poco de azúcar glas espolvoreada por encima? —sugirió Allie.
—¡Por supuesto! ¡Me pondré en ello de inmediato! —Katie estaba encantada de cumplir con la sugerencia de Allie y se fue corriendo a la cocina.
—¿Acaba de saltar? —preguntó Sam, tratando de no reír.
—Katie siempre ha sido de las que saltan cuando se emociona mucho —respondió Leah—. Allie, eso fue realmente muy amable de tu parte. No puedo imaginar tener que dejar ir a Nick o Sly. Y casi tuve que hacerlo.
—De verdad. La idea de perder a Paxton o Joel me rompe el corazón —dije en acuerdo. Nuestros guardias eran algunos de nuestros amigos más cercanos y confidentes; habían estado allí para nosotros desde que llegamos a esta manada.
—Simba ha hecho más por mí de lo que cualquiera podría pedir. Casi dio su vida para protegerme, y eso es algo que nunca podría pedirle que haga de nuevo. Es por eso que hice que Dorian lo nombrara padrino de Katrina. Salvó su vida, así que le debo más que solo la mía; le debo la de ella —mientras todos sonreían y asentían, notamos que los ojos de Leah de repente se nublaron.
—Ummm... Eso fue Dingo. Dijo que una joven en la puerta está buscando a ti, Allie.
—¿Yo? Acabo de llegar a casa. ¿Quién me estaría buscando? —preguntó Allie.
—Espera —los ojos de Leah se nublaron de nuevo—. Dingo dijo que dice ser tu prima.
—¿¡PRIMA!? —todos dirigimos nuestra atención a Allie.
—¡Ay carajo! ¡Ay carajo! Uhhh... Sam, conecta a cualquiera que esté en forma de lobo para que regrese a su forma humana y se vista. ¡Diles que nadie tiene permitido transformarse hasta que yo lo apruebe! —gritó Allie.
—Amiga, ¿qué está pasando? —le pregunté.
—¡Mi prima es humana! —Sam inmediatamente conectó mentalmente a todos los miembros de la manada, y una vez que se confirmó que no había lobos corriendo, Allie permitió que Leah le dijera a Dingo que dejara entrar a su prima.
—Espera, ¿hay alguna posibilidad de que sea la misma prima que coqueteó con el jefe en el evento benéfico del año pasado? —preguntó Sam levantando una ceja.
—Más que probable —respondió Allie.
—¿¡Ella qué!? —preguntó Lacie con disgusto.
—En resumen, ese evento benéfico al que asistimos el año pasado no fue tan bueno y fue organizado por el lado materno de mi familia. Suponiendo que sea mi prima, Nari, también conocida como Sarah, afuera, su esposo fue el coordinador del evento, pero la empresa a cargo pertenece a mi abuelo materno. Nari y yo tuvimos algunas palabras entre nosotras, y mi identidad salió a la luz, o mejor dicho, solté quién era frente a todos, avergonzando a mis abuelos maternos y manchando sus nombres en el proceso. Nari terminó disculpándose por coquetear con Dorian y hablar mal de mí, y su madre estaba de mi lado cuando se enteró de lo que había pasado. Sin embargo, las rechacé y les dije que no las aceptaba como familia —explicó Allie.
—Entonces, esta prima tuya. ¿Es del lado de tus abuelos maternos? —pregunté, asegurándome de entender, a lo que Allie asintió—. ¡Ni loca! —me levanté de mi silla, dirigiéndome inmediatamente a la entrada de la casa de la manada, y escuché un coche a punto de llegar frente a la puerta. Esta tipa piensa que puede entrar aquí y empezar problemas con mi chica. No lo creo.