Capítulo 5

1262 Words
Punto de vista de Xander: Acababa de terminar el entrenamiento. Aunque no era algo que tuviera que hacer, porque mi gamma Lucas lo hacía muy bien, pero lo disfrutaba. Me daba tiempo extra con los miembros de la manada, y también podía ver quién tenía potencial para ser un guerrero. Me dirigí a mi habitación para ducharme, ya que tenía que ir a esta estúpida fiesta. Sé que mi mamá lo ve como una oportunidad para conocer a una segunda pareja, pero una vez más, no quiero una. Voy a llevar a esta manada hasta la cima y convertirla en la manada más temida conocida. Abrí la puerta de mi habitación y su olor me golpeó.  —Clarissa, ¿qué haces aquí? —Me excita cuando vuelves del entrenamiento y estás todo sudado. Quiero pasar mi lengua por tu abdomen duro, lamiéndote hasta llegar a tu m*****o erecto, porque sé que ya estás duro. Ella se acercó a mí vistiendo un sujetador rojo apenas visible y un tanga rojo a juego, junto con un par de tacones altos negros. Ella sabía lo que me gustaba, y tenía razón en que me estaba poniendo duro. La dejé lamer mi cuerpo, lo que me hizo gruñir. Cuando llegó a mi m*****o, sus labios lo envolvieron con fuerza. Agarré su cabello y la sostuve mientras tomaba lo que necesitaba. Sí, soy un idiota, pero ella siempre lo ha sabido. Ella hará lo que sea necesario para ser Luna, pero el chiste está en que solo la estoy usando para complacerme. Pude ver cómo su mano bajaba hacia su v****a para tocarse porque sabía que esto terminaría con mis eyaculaciones en su garganta y nada más. Cerca de un minuto después, ella estaba acelerando y gimiendo, lo que vibraba en mi m*****o y me generaba placer, acercándome a mi liberación. A medida que ella empezaba a mover su mano más fuerte sobre sí misma y hacerse llegar al orgasmo, disparé mi carga en su garganta con un gruñido. Ella me dejó limpio y se puso de pie, dándome una mirada que decía "ven, fóllame". —Clarissa, tengo que ducharme. Necesitas irte ahora. —Tenía más planes para ti y para mí. Pensé que podríamos pasar la tarde revolcándonos juntos en la cama. —No puedo. Tengo que ir a esta fiesta en la Manada de la Luna Amarilla. Así que, sal ahora mismo, no me hagas decirte otra vez. Con eso, ella salió de mi habitación enfadada y cerró la puerta de golpe. Si no supiera cómo chuparla tan bien, la castigaría por su falta de respeto, pero lo dejé pasar. Salí de la ducha, decidí no afeitarme y opté por el aspecto de barba de tres días hoy. Rápidamente me cepillé los dientes y fui a mi vestidor. Elegí usar un par de pantalones negros y una camisa blanca de botones. Me remangué las mangas hasta los codos y me aseguré de que los dos primeros botones de mi camisa estuvieran desabrochados. —Oye Jax, ¿paso para la fiesta? —Me conecté con mi lobo. Jax es mi lobo. La mayoría del tiempo puede ser molesto, pero siempre está ahí para mí. —Claro, siempre nos vemos bien. Somos un chico y un lobo sexys. ¿Por qué siquiera preguntas eso? —Sé que lo somos, pero aun así quiero asegurarme contigo. —¿Estás listo para empezar esta mierda? Juro que este Alfa es un idiota. Cómo ha mantenido su manada funcionando sigue siendo un misterio para mí. Sé que algo extraño está sucediendo allí. —Xan, tengo una extraña sensación sobre esta noche. Siento que algo está pasando y creo que vamos a descubrir parte de ello, pero no sé qué es. Me tiene nervioso. —Sé que puedo sentirte, ¿recuerdas? Somos uno. Solo relájate, vamos a comer, tomar algunas bebidas, tal vez bailar con algunas lobas, y luego volver a casa. Nada va a pasar esta noche. Finalmente bajé las escaleras con un Kane de aspecto malhumorado esperándome. —Amigo, te tomaste bastante tiempo. Debíamos habernos ido hace diez minutos. Odio llegar tarde y ahora, porque llegaste tarde, te toca conducir. No quiero que nos pongan una multa de velocidad. —Yo conduciré. ¿Qué auto queremos llevar? Estoy pensando en mi Ford Mustang n***o. Nos llevará más rápido. —De acuerdo para mí. El viaje de una hora nos llevó unos 45 minutos gracias a la velocidad de mi auto. Hombre, amaba esta cosa. Fue un regalo de mis padres cuando me convertí en el Alfa hace dos años. Kane era su usual persona molesta, cantando cada canción en la radio. Siempre ponía música country y aun no entiendo por qué. Me vuelve loco, pero si eso evita que hable conmigo, lo aguantaré. Cuanto más nos acercábamos a la manada Yellow Moon, más ansioso se ponía Jax. Estaba caminando de un lado a otro en mi cabeza, dándome un ligero dolor de cabeza.  —Tío, Jax, ¿podrías relajarte? Me estás haciendo daño en la cabeza. —No puedo. Algo está mal. No sé qué es, pero algo no está bien y cuanto más nos acercamos, peor se siente. Creo que deberíamos haber traído uno de los SUV. Siento que lo vamos a necesitar.  Este mestizo hará que esta noche sea larga si no se calma. Finalmente llegamos a la entrada y estacionamos el auto. Salimos y fuimos recibidos por el Alfa Wayne y la Luna Ann.  —Alfa Xander, un placer verte como siempre. Esperaba que vinieras esta noche. Sé que aún no has encontrado a tu pareja y tenemos varias lobas que casi tienen 18 años que estarían encantadas de conocerte. Sabes, si encuentras a tu pareja en mi manada, podríamos hacer una gran alianza. —Alfa Wayne, dejaré en claro ahora mismo. No quiero una pareja. Solo estoy aquí por formalidades y me iré temprano. Ahora, si pudieras indicarme la dirección de la fiesta. El Alfa Wayne levantó la nariz hacia mí y señaló hacia la parte trasera de la casa. Kane y yo nos dirigíamos hacia allá cuando el olor a lirios y chocolate me golpeó. Era débil, pero Jax también pudo olerlo y se calmó un poco y finalmente se acostó.  —Kane, ¿hueles eso? Huele a lirios y chocolate. Es realmente agradable. Me pregunto cómo lograron esa combinación. —Tío, creo que te estás volviendo loco. No huelo más que la comida de barbacoa afuera. Vamos a echar un vistazo a las chicas para esta noche. Tengo planeado llevar a una a su habitación para algunas horas de diversión. —¡Eres un prostituto! A medida que salíamos, fui rodeado por diferentes lobas, queriendo bailar y esperando ser mi pareja. Eran seriamente molestas y no podía deshacerme de ellas lo suficientemente rápido. Finalmente estaba libre y fui a hablar con algunos de los otros alfas para ver qué pensaban de esta manada. —Alfa Dane, ¿cómo estás? ¿Cómo está la nueva pareja? —Alfa Xander, me alegra verte aquí. Odio estas cosas y esta manada me da una mala vibra. No estoy seguro qué es, pero algo está pasando. —No podría estar más de acuerdo. Seguí mezclándome para ver si podía averiguar algo más, pero los miembros de la manada mantenían la boca cerrada. Estaba listo para irme, pero no podía localizar a mi Beta en ese momento. Estaba seguro de que había conocido a algunas lobas y estaba tratando de conquistarlas. Sé que ni siquiera habían hecho sus anuncios aún, pero ya me había cansado de todo esto.
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