Súplicas.

2211 Words
Capítulo 5. Súplicas. — Marc— Cuando conocí a Megan su inocencia me cautivo por completo a tal punto que mi vida se tornó en protegerla, la quiero como a ninguna otra, es mi mayor motivación y ha sido mi compañera por largos años, y agradezco a Dios por haberla traído a mi vida y por esa negociación retorcida de mi padre hacia sus padres, con ella estoy creando un campo para forma una familia en un futuro, ahora solo quiero aprovechar nuestros días juntos, cada momento y cada segundo a su lado, cuando no la tengo cerca siento que me falta el aire, pero trato de contenerme para que no piense que la estoy acosando. Estoy en la oficina revisando unos documentos cuando veo llegar a mi padre y mi madre con varias carpetas en sus manos y no me imagino que pueda ser si está forrado en dorado, ¡Mi maldito acuerdo matrimonial! ¡Aquí vamos de nuevo! — Hola hijo, ¿Estás ocupado? — Si, pero sé que eso no los detendrá.— Digo algo enojado porque sé por donde vienen. — ¿Viste Marco si nos conoce? — Dice mi madre dándome un beso en la mejilla. — Por supuesto que nos conoce Emili, solo que nos ignora. — Mi padre toma asiento y mi madre lo sigue— Bien, ya sabes por qué estamos aquí Marc, como ya sabes nosotros adoramos a nuestra nuera pero no estás cumpliendo con el objetivo principal de esta familia. — Lo siento si ella no cumple tus expectativas papá, Pero no la obligaré a darme un hijo y abandonar su carrera por qué tú me lo pidas, porque quieras que sea…— Me detengo para no ofender a mi madre— Sin ofenderte madre, solo porque quieres que sea como mi madre. — Hijo, está dando de que hablar, tu esposa liberal e independiente no nos sirve para cubrir nuestras empresas, ¿Ya le hablaste sobre el contrato prenupcial? ¿Y del contrato para ser tu esposa? — Padre, si te refieres al contrato prenupcial ella no quiere nada de mí así que no lo necesito, es independiente y le gusta ganarse las cosas por sus propios méritos y segundo si para poder casarme ella debe dejar todo lo que tanto le ha costado conseguir, solo para complacerte y que cumpla sus deberes en mi empresa y como mi esposa, darme hijos y esas cosas, no, no he hablado con ella de eso, no me llevará a nada más que dejarme, no puedo perderla, no podría vivir sin ella. — No seas ignorante Marc, sabes que es su obligación, para ello sus padres firmaron una ayuda con el fin de que su estúpida tienda tuviera éxito, solo si su hija me daba un heredero, tienes que verlo de esta manera, ella está bajo tu poder, lo que ella decida solo tú puedes manejarlo, no puede ni respirar sin tu permiso, hazla firmar el documento, Marc, si te casas y ella aún se niega a tener hijos, no tendría sentido nada por lo que he trabajado, no te olvides de tu abuelo, todo lo que sacrificio para darte todo, ella trabajando para otras personas no ayuda, pudiendo sencillamente tomar el lugar vacío en la empresa, ¿O es que piensas que entró a la universidad por qué tenía buenas notas? No seas imbécil Marc, hasta dar un paso es por ti y debido a eso mi familia mete la mano para ayudarla, dame nietos y ser la mujer abnegada es lo único que pido, nada en la vida es gratis y nada esta garantizado, su matrimonio está arreglado, no puedes permitir que ella siga haciendo lo que le viene en gana y mucho menos dejando el apellido de mi familia por el suelo con su ataque liberal, o controla a tu mujer o te quitaré todo y te casarás con otra mujer, Sara a esperado está oportunidad por años y he dejado que estés con Megan por qué me lo has pedido, pero si no se organizan y cumplen con mis objetivos tu amor y el de ella los haré trizas en un momento, te quitaré todo y se lo daré en bandeja de plata a tu primo quién si está interesado en seguir mis pasos. — ¿Qué demonios dices papá? Es mi trabajo también, es mi dedicación y esfuerzo, no puedes manipular a mi mujer como te venga en gana solo para tus propios planes ambiciosos. — Que tome su lugar, si no quiere hacerlo ahora, bien, pero después del matrimonio ella tiene que estar aquí y tú procura de darme nietos, dame nietos Marc, no me importa que ella no quiera ser madre, ella tiene que tener responsabilidades y cumplirte, camina Emilia. — Se levanta y mi madre lo sigue. — Te amo cariño, pero necesita recuperar esa herencia. No digo nada, me mantengo en silencio y dejó que se marchen sin más, ¿Cómo piensan que obligaré a Megan a darme un hijo el cual no desea? Solo decirle que le abriré una editorial me causa tantos conflictos, ¿Cómo le explicó que no tiene más opción? ¿Qué no puede opinar sobre su propia vida o futuro? Me va a odiar, no quiero que me odié, la quiero completa, no obligada a vivir conmigo y casarse por un maldito acuerdo, dejaríamos a sus padres sin nada, eso la desbastaría, mi padre es un hombre ruin, ¿Cómo pudo usar estrategias como esas para buscarme una esposa? Mi Megan es una diosa, es hermosa, sus ojos verdes me llevan a otro mundo y su fina y hermoso abdomen que amo recorrer me vuelve loco, esto sería el fin de mi relación y no puedo perderla, no puedo hacerlo, sin ella sería el mismo hombre ruin que mi padre, ella es ese tramo de paz que me mantiene en cálma, la amo hasta los huesos y no la perderé, no me casaré con otra mujer más que con ella. Para completar mi día mi proyecto fue rechazado me negaron la instalación donde estaba dispuesto a invertir y no tengo más opción que tomar otra o volver hacer todo nuevamente, esto me tomara mucho tiempo y no tengo ganas para esto, sé que al volver a casa debo explicarle a Megan que mi madre cambio sus anticonceptivos a propósito para que me dé un heredero, cuando vi el mensaje de la doctora de la familia informándome la situación me lleno de ira, todo esto es una locura ambiciosa, Megan es una mujer explosiva sé que tomara todo esto a mal y no quiero ni puedo arriesgarme a perderla, después de una pequeña pelea le envío flores a su empresa, sus favoritas para ser exactos, me encanta verla feliz, me llena de una gran alegría, al terminar tomó mis cosas y me voy a casa para terminar allá lo del proyecto y esperarla para cenar. Al llegar a la casa me siento en el sofá de la sala donde reviso los correos notando un correo del Alfonso el padre de Sara, sé que mi papá tiene las manos metidas en esto, me quiere buscar problemas con Megan quien estará furiosa al enterarse de esta cita, los problemas se avecinan y esto hace que pierda la concentración, tanto que siento que he descuidado a mi novia y aunque quiera no es perdonable. La siento besar mi cuello dándome un fuerte abrazo, la necesito, la necesito como el aire para respirar la tomo atrayéndola a mí la acomodó en mis piernas besándola, sus labios son como un manjar exquisito que no paro de besar, quiero hacerla mía, la tomo de la mano llevándola a la habitación donde la empiezo a desnudar, quiero consumirme en sus brazos, quito su pantalón haciéndome retroceder de golpe, aterrado por su gritó, mi corazón se rompe al ver su herida. — Dios mío Megan, ¿Cómo te pones jean con una herida así? Tenías que decirme cariño, lo siento mucho, buscaré algo para curarte. Me levanto buscando el botiquín odio verla llorar, odio verla sufrir, al volver ella se acomoda y yo curo su herida, al hacerlo quito su lencería dejando ese cuerpo que me enloquece desnudo frente a mí, la detallo por qué es mía y sé que yo soy de ella beso y ella me acaricia mientras nos vamos entregando a la pasión que recorre mi cuerpo y el suyo le hago él a ir y no puedo evitar pensar en el cambio de pastillas, empiezo a sentirme incómodo y sé que no es justo para ella, no está bien, ella me mira y yo a ella, aun así no siento que sea el momento, la veo alejarse y sé que está por explotar de deseo. — Aléjate, quiero otra posición. — Sé que le gusta hacer cosas diferentes, no me niego a eso solo que hay cosas que no siento sea necesario, la hemos pasado muy bien sin tener que exagerar, hacer cosas que nos incomode, no es lo mío, siento venirme y me acomodo tratando de no acabarme adentro, no puedo arriesgarme, no sin que sea algo que elijamos los dos. — ¿Qué pasa? — Dice mirándome y no sé cómo explicarle. — ¿Aún no te vienes? — Le digo algo incómodo. — No, no, y no, ¿Cómo demonios no puedes saberlo? Odio cuando me lo preguntas, como no puedes notar que apenas voy a la mitad de un orgasmo, quiero más. — Dice enojada y no sé cómo encontrar las palabras para empezar. — Venga Megan, no te enojes, ¿Vale? No es que sienta eso, solo tú lo sientes, te ayudaré a venir ven. — Le digo estrechando mi mano para qué la tomé, no quiero discutir y no en la cama, por Dios, obvio quiero follarla hasta el cansancio pero no así, no sintiéndome tan incómodo. — Antes no eras así, ¿Qué te pasó? — Nada cariño, estoy cansado, solo ven aquí, lo haremos hasta hacerte venir.— Trato de arreglarlo y noto lo decepcionada que está. — No, no, hacer el amor no es solo eso Marc, entiende, necesito más, necesito sentirte y tú a mí, ¿Qué demonios te pasa? ¿No puedes verlo? ¿No lo deseas? — Megan lo hacemos a veces hasta 3 y 4 veces, estás enferma, ¿Qué demonios te pasa? — No me complaces Marc, eso pasa. — Sus palabras me hieren, ¿Cómo puede hablar así? Solo el sexo es lo que importa para ella. — Lamento no ser suficiente para ti, pero te estoy protegiendo, no he querido hablar de esto antes para no arruinar la noche pero, ya que tú lo hiciste, Megan mi madre ordenó a la doctora a cambiar las pastillas anticonceptivas, si seguimos y te acabo puedes quedar embarazada. — Su cara me informa lo enojada que está. — ¿Por qué demonios tu madre se mete en mi vida? ¿Quién le dio ese maldito derecho? Te dije que no estoy lista, no quiero ser madre aún, ¿Por qué no lo entiendes? ¿Tienes que ver en todo esto Marc? — No mi amor, por ello trato de cuidarte, no quiero obligarte, sé que no estás lista y no quiero obligarte, Megan por favor no te enojes conmigo, mi amor tú eres mi vida entera si solo te pierdo yo me muero, no es mi culpa, buscaremos una solución. — Mírame, ¿Hay algo que aún no me dices? ¿Por qué ellos quieren un bebé nuestro? ¿Qué pasa? Ni loco le cuento todo, no pienso perderla, no lo haré, le contaré a su debido tiempo, no ahora, no así, le cuento las ganas que ellos quieren de ser abuelos y me presionan para que les demos nietos, ella me mira horrorizada al saber gran parte de las cosas, sé que está muy enojada, tanto que se va a la ducha para quitarse las ganas que aún recorre su cuerpo. — No te presionó mi amor, cuando te sientas segura haremos un bebé, no me odies por esto por favor. — Beso, su hombro y ella se voltea para besarme. — Te amo Marc, pero no estoy lista, lo siento, no puedo hacerlo, no pueden obligarme, tengo planes, tengo mucho por hacer, por favor entiéndeme.— Me abraza y yo a ella, no me gusta verla llorar y sé que no poder complacerme la aterra. — Por favor Marc, no me dejes, yo te amo mi amor, por favor perdóname. — No tengo nada que perdonar, te amo Megan y no permitiré que te alejen de mí, no sin pelear, eres mi vida mi amor, eres todo mi mundo, no llores más mi reina, mírame. — La hago mirarme y cuando lo hace le doy un beso.— Te haré mía está noche y mañana compraremos una pastilla de emergencia, luego te llevaré a otro ginecólogo para qué te mandé nuevamente un anticonceptivo para cuidarte, lo solucionaremos mi amor. — Confío en ti mi amor, hazme tuya Marc. — Lo haré.— Sé que encontraré una solución para todo esto, no puedo perderla, debo buscar una ocasión para contarle toda la verdad sin que la pierda en el intento.
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