Amor tóxico

Capitulo 2. Falta a la autoridad.

Capítulo 2.

Falta a la autoridad.

POV Darek Lombardi

— Flashback—

Italia, mansión Lombardi.

— Hijo, lo mejor es que te quedes en Italia para que tomes las riendas de tu empresa, deja ese sueño tonto, nada más mira a tu tío. — Mi padre está a punto de volverme loco.

— Lo hago y no cambiará nada, es exitoso y no necesita de nuestro apellido para conseguir lo que necesita. — Le digo muy molesto mientras el humo de su abano entra en mis fosas nasales mientras todo un café.

— Darek, ¿No puedes por una vez en tu vida hacerme caso?

— Sabes que no cambiaré de opinión padre.

— VAMOS, DEJAME PASAR, DEJAME ENTRAR, DAREK, SAL CARIÑO HABLEMOS, NO PUEDES DEJARME ASÍ, DAREK. — Los gritos de Gloria se escuchan en el pasillo y no me inmutó, al contrario, me pongo más cómodo.

— ¿Terminaron? — pregunta mi padre mirándome sorprendido.

— ¿No es obvio ya?— Digo sin más terminando mi café.

— Muchacho, no me quejó, tienes mi sangre corriendo por tus venas, no es fácil engañarte ni persuadirte, serás un gran Lombardi como lo fue tu abuelo, incorregible, nunca acepta un no como respuesta. Lana, saca a la chica de mi casa.

— Si señor. — La chica recoge nuestras tasas y sale de la sala.

— Ya que no puedo hacerte cambiar de opinión, te pediré que me apoyes en mis negocios en los Angeles, tu tío se negó, pero yo sé que tú no podrás hacerlo.

— Sí, puedo con eso, dos clínicas, un club y una casa de beneficencia no me harían daño.

— No olvides que al llegar debes pasar a la empresa de publicidad y las dos editoriales de tu madre.

— No creo pasar por ahí, pero la llamaré, sabes que odia que la molesten en su trabajo y en sus meses de vacaciones lejos de ti.

— A ver si la convences de volver a casa, una editorial no es tan mala si lo ves del punto de vista que me devolverá a tu madre, esos meses que se va, me deja con un mal presentimiento, tanto que a veces pienso que me engaña.

— Tonterías, mamá no haría eso.— Puede ser una mujer recta y con un gran carácter, pero de principios y se que jamás lo engañaría, tras toda esa maldad hay una buena mujer que lo ama y él lo sabe.

— Bueno hijo, si no te veo, ten buen viaje, parece que todos quieren huir de aquí.— Su expresión es un poco deprimente y se que no quiere que la familia se desintegre, pero todos tienen metas diferentes que él no puede detener.

— No digas tonterías y dame un abrazo.— Me levanto y lo cubro con mis brazos palmando su espalda con cariño.

— Cuídate muchacho y no seas tan promiscuo que las mujeres son la perdición, mira como me tiene tu madre.

— Nada más mira, tú dándome consejos de mujeres, mamá supo cómo domarte, ¿No?

— Ya soy un Zorro viejo, las mujeres van y vienen, pero tu madre siempre estará hay, es la mujer de mi vida, por ella me convertí en un padre de familia con un hijo testarudo y un galán empedernido. — Dice caminando a las escaleras que dan a las habitaciones.

— Descansa viejo.

— Tu también muchacho, no te desveles tanto. — Dice con una gran sonrisa irónica al ver a Lana.

— Joven, ¿Se le ofrece algo más? — Dice Lana limpiando la mesa de forma que me permite ver su corta falda y la abertura de su ropa íntima.

— Arrodíllate.— Ordenó y así ella lo hace.

— Si amo.

Baja mi cierre metiendo mi m*****o en su boca para darme placer, tomo su cabello y la presionó hasta donde puedo ver qué lo soporta, continúa así, hasta que me hace venir.

— Ve, prepara mi maleta y espérame de rodillas sobre la cama.

— Si amo.

***

Aeropuerto internacional de los Ángeles, (LAX).

Al llegar al aeropuerto está cayendo una fuerte lluvia, espero a que pare la lluvia dentro de mi avión privado mientras disfruto de una taza de café. Al dejar de llover me bajo y uno de los guardias de seguridad espera por mí con un paraguas para guiarme al coche dónde no pierdo tiempo en subirme, poniéndonos en marcha a la mansión Lombardi. Al llegar mi tío espera por mí en la entrada y puedo ver qué está en servicio porque hay varios hombres y coches oficiales en la entrada.

— Aquí está mi muchacho, venga y dele un abrazo a su tío. — Me acerco a él y lo abrazó. — ¿Te costó mucho convencer a tu padre?

— Digamos que le ahorre el trabajo de tener que venir a verificar sus empresas personalmente.

— Ah, te ha convencido, buena suerte con eso, me tengo que ir, estoy en servicio y me escapé para venir a recibirte, nos vemos mañana temprano, ya le dejé las coordenadas a tu chófer, Darek bienvenido a los Ángeles, te recomiendo que duermas bien porque tus días serán un infierno.

— Espero así sea.

— Esa es la actitud muchacho.

Desde ese momento mi vida cambio, a la mañana siguiente me levanto para asistir a los entrenamientos con mi tío quien día y noche me entrenaba para ser el mejor y tomar su lugar cuando estuviera listo, ese verano conocí a weiller mi cachorro a quien entrene para hacer el mejor perro policía, todo estaba marchando bien, subía de rango por mi esfuerzo y tenía amigos con quién salir a mi club y tomar tragos mientras disfruto de mujeres, como un respetable oficial. Los negocios de mi padre son mi fuerte así que no me han dado problemas, voy una vez a la semana y cuando es necesario, mi madre viene y va con tranquilidad, no he tenido que ir a sus empresas, ya que tiene alguien trabajando en ellas y es muy buena según lo que me cuenta, así que no hablo mucho del tema y no molesto en su área laboral. Todo marcha como me gusta que se hagan las cosas a mi modo y sin presiones.

— Vamos, control uno y control dos repórtense.

— Aquí control uno, nos acercamos a los establos.

— Recuerden que no pueden avanzar hasta que los rehenes estén asegurados.

— Entendido señor, control dos repórtense... Repito, control dos, repórtese... Demonios Darek responde.

— Aquí control dos con 8 rehenes a salvo, procedan mi coronel.

— Te voy a golpear como le vuelvas a dar un susto así a tu tío.

— Pierda cuidado señor.

— Hay más hombres, retirada, re...— Disparos, disparos.

— Vamos, vamos, entren hay, entren.

— Coronel voy en camino, solo espéreme.

— Darek vía Norte rodeen los establos.

— Como diga señor.

— Aquí control informando que hay rehenes disfrazados de los atacantes, repito tengan cuidado, ya que pueden haber hombres haciéndose pasar por...— Disparos.

— ¿Coronel?... Vamos Coronel responda... Tío responde, TÍO.

— Darek, termina la misión, saca a los niños.

— No, tío, ¿Dónde estás? Iré por ti.

— Ya llame a una ambulancia, salva a los niños.

— Dios tío, no hagas esto por favor.

— Darek, tienes que ser fuerte, las lágrimas son para débiles, no permitas que nadie te limite, no permitas que nada te detenga de alcanzar tus objetivos, siento que pondrás el nombre de nuestra familia en alto, sé fuerte hijo, te amo.

— Tío, tío, no, ¡MALDICIÓN! te amo tío.— Destrozado colapsa con gran dolor.

— Aquí control uno esperando indicaciones teniente.

— Cuadrante 1 envié a varios hombres a rodear la zona, Mirla busca a mi tío, cuadrante dos sígame.

***

Estamos reunidos para honrar la memoria de Bennetto Lombardi, por su valentía y severidad en nuestro comando especial, dejando así a grandes hombres que con su determinación trajeron a salvo a los niños raptados de la casa hogar.

...

— Muchacho, tu tío fue un gran hombre y un increíble soldado, como tú lo eres y serás, lamento tu perdida.

— Gracias.

*** 8 meses después***

Darek Lombardi, por tu gran esfuerzo y tu destacado entrenamiento, te relevó a Teniente coronel del alfa uno y alfa dos, que tu potencial sea igual o mayor que el de tu tío, felicidades muchacho.

— Gran estrategia, te felicito por tú esmeró y de terminación, a no aceptar un no como respuesta, eres digno de llevar el uniforme y el cargo de tu tío.

— Muchas gracias, su memoria jamás será borrada, crece en mí el hombre que él quería que fuera, no se arrepentirá por su decisión.

— Lo sé hijo, sus enseñanzas viven en ti.

— Fin del flashback—

POV Darek Lombardi.

— Vamos, es hoy, alfa uno coordiné la zona, alfa dos vamos a entrar.

— Señor, las camionetas esperan afuera, todo está listo.

— Bien, a los coches.

Vamos a una intervención en el centro debido a hombres armados que amenazan a un empresario en la zona sur del centro, nos preparamos con nuestros pasamontañas y al coche detenerse soy el primero en bajar a toda prisa chocando con una mujer que cae al suelo arrojando documentos por doquier.

— No, no, no, ¡CIELOS! ¿ACASO NO VEZ EL CAMINO? — Grita tratando de recoger los documentos que se le caen al suelo a toda prisa, sin notar que está en medio de una intervención. Noto su pecho tan agitado que el movimiento de sus senos resaltando por su camisa de botones me deja hechizado por unos minutos, apreciando su belleza.

— Si solo hubieras visto el camino eso no te abría pasado.— Respondo al escuchar a mis hombres bajar de la camioneta.

— Ahora es mi culpa que un oficial sea tan inepto. — Es tan ofensiva que su agresividad y sus hermoso ojos verdes me bajan el nivel de enojo que siento, debería de arrestarla por faltar a la autoridad, ¿Qué me está ocasionando está chica? Debe ser sus hermosas piernas y su fina cadera que mi hombría reacciona ante ella.

— Estas en medio de una intervención, ¿Te quedarás ahí o dejarás que te ayude?— Está en un estado de shock y yo la analizo, cada movimiento, gravandome su nombre que deja ver de la credencial que callo al suelo, extiendo mi mano la cual no toma de forma grosera y se levanta del suelo de golpe.

— Debería disculparte. — Dice en tono de mando y yo solo puedo verla acomodar los documentos entre sus manos temblorosa, sin perderme de vista su respiración y la manera en que evade mi mirada, hasta que noto la sangre en su brazo y de inmediato me acerco.

— Muéstrame.— La tomo del brazo para revisarla y ella reacciona a mi simple tacto.

— ¡Aaaahs!.— Un quejido sale de sus labios, ella retrocede y no la pierdo de vista.

— Señor, esperamos sus órdenes.— Mirla llega y de inmediato caigo en cuenta que estoy en un procedimiento y que está chica se robó mi atención por completo como ninguna antes lo ha hecho.

— Llévala a la clínica para que la revisen y que no se vaya.— Me alejo de ella preparándome para entrar cuando siento su agarre en mi brazo, suave y a la vez fuerte, que si no estuviéramos en medio de un procedimiento la castigaría por su insolencia.

— Espera, no es necesario.— Sus ojos verdes se penetran en los míos.

— Llévala y que no se vaya. — Ordenó sin pensar en ser razonable.

— No iré a ningún lado, suéltame.— La ignoro concentrándome en la estrategia. Mirla la sube a la camioneta sacándola del lugar mientras procedo con la misión.

Al verla marcharse noto su credencial a unos centímetros del lugar del encuentro.

— Stiven.

— ¿Si señor?

— ¿Ve esa credencial?— El asiente.— Quiero un informe hasta de su forma de caminar en mi correo para antes de que termine la misión.

— En seguida señor.

Me adentro al lugar de la intervención y hago mi trabajo como es debido, sacando a todos los rehenes, me tomo mucho tiempo para cuando terminamos ya era tarde, camino a donde Stiven quien me sonríe y de inmediato entro a mi correo donde está toda su información detallada.

— Señor, también informe al doctor que la atendería y le pedí que me enviara un informe completo de su salud.

— Buen trabajo, llévame con ella.