Lujan sujetó la cintura de Min Seok para acercarlo aún más y así poder enterrar su nariz en el cuello de su novio antes de dejar pequeños besitos sobre él.— Te amo.— dejó otro.— Te amo mucho.— era muy tarde por la noche, pero ya que estaban en plena "reconciliación formal" ambos se negaban a dormir, el ciervo pasó su lengua por el cuello sensible del más bajo quién vibró por el contacto.—Los amo mucho.— bajó su mano hasta los muslos del bollo.
—¿Lu?— Min Seok mordió su labio inferior.
—¿Sí, cariño?— él continuaba con su labor de tratar de subir la temperatura en el ambiente con sus besos húmedos sobre el cuello de Min Seok.
—No dejaré que me hagas el amor estando embarazado.— declaró y el ciervo abrió como platillos los ojos.
—¿P—Por qué?— se alzó un tanto para mirar al bollo.
—Est
