Para muchas personas, una primera cita era el preámbulo de lo que sería su relación, o solo una pista de la persona con la que intentabas encajar. Muchas veces esa persona no era la correcta, aun cuando la cita fue el momento más asombroso de toda su semana. También estaban las citas fallidas, aquellas que apenas rozaban la capa inferior de la mediocridad. Ace era esa clase de hombre que asistía a una cita con una razón en mente. Casi nunca se dejaba llevar por algo más que la superficialidad, si la mujer era lo bastante bonita o su risa era agradable, sin mencionar que jamás cenaba con alguien que no conociera con anterioridad, incluso en las facetas poco románticas. Ace era símbolo de frivolidad, aun cuando en su pasado fue un caliente hombre entregado a su esposa, alguien que amó con to