La habitación de cine de Ace, era más grande que todo el recibidor de September. Tenía un cordón de luces alrededor de toda la pantalla negra, que no solo abarcaba toda la pared, sino que iluminaba con el mismo resplandor de un cine real. Ace sujetó la mano de September y la llevó sobre la alfombra hasta una de las diez butacas que Ace pidió fabricaran para él. El cine lo armó cuando se mudó al apartamento. Por el enorme espacio que sería desperdiciado, Ace decidió armar un lugar especial para su afición a las películas. No tenía amigos con los cuales ir al cine, por lo que el cine fue a él, incluso con una enorme máquina de palomitas.
September se sentó y él colocó una cubeta de palomitas en sus manos. Era enorme, tamaño familiar. El aroma de las palomitas conjuntamente con una bolsa de
