Narrador Esa mañana en PRISM no era una mañana cualquiera; se sentía en el aire una tormenta de emociones intensas, amenazando con arrasar a muchos. Las secretarias y asesores ocupaban sus puestos como de costumbre. Valentino, el flamante jefe de la vicepresidencia comercial, creía tener el mundo a sus pies con su nuevo cargo, convencido de que nadie podría superarlo. Después de todo, Douglas le había entregado una considerable suma de dinero para comprar las supuestas acciones de Jennifer, consolidando así su poder en la compañía. Douglas, por su parte, también se sentía invencible, mientras PRISM se hundía en embargos, deudas y procesos interminables, que solo el gran capital de Mackenzie parecía poder resolver. —Dominic Preston... Me gusta ese nombre. ¿De dónde lo sacaste? —preguntó