Narrador
Douglas estaba sentado en su escritorio, con su mirada fija en la pantalla de su laptop mientras revisaba cada movimiento que había realizado en la compañía. A primera vista, todo parecía estar en orden, pero una inquietud latente lo invadía: el dinero no llegaba a su cuenta con la rapidez esperada.
Examinaba cada balance con detenimiento. Aunque los desfalcos eran evidentes, todo parecía estar en regla: la nómina de los empleados, los pagos a proveedores, cada cláusula cubierta. Todo estaba al día, lo cual solo incrementaba su frustración. «¡Mierda! Algo está pasando.» Pensó
Con nerviosismo, giraba su lapicero entre los dedos, consciente de que su plan para desfalcar a PRISM no estaba saliendo como lo había previsto. Sin embargo, su deseo de venganza permanecía intacto, crec
