— Es la mejor noche de mi vida.
— ¿De qué hablas, Esteban?
— De nosotros es la primera vez que parecemos esposos. Ve la noche, es perfecta, ansió que….
— ¿Qué? Dime.
— Creerás que soy un aprovechado, mejor olvídalo.
— No, por favor, quiero que me expliques— Insistí neciamente.
— Sólo pienso que la noche, tu belleza, el momento, me dejé llevar.
— Creo que es momento de que ambos aceptemos, que ya no somos unos niños, y debemos pasar a lo siguiente.
— ¿Lo siguiente? — Inquirió totalmente ansioso.
— Así es— Respondí.
Nuestros labios chocaron en un beso inocente pero luego mis labios conjugaban con los suyos, sentía su respiración agitada, no tenía idea de cómo mi cuerpo iba reaccionando de manera inmediata, mis manos acariciaban su rostro, cada fragmento de mi piel se erizaba por
