Esas palabras tan endulzadas le hicieron derretirse en los hombros del hombre que ahora era su esposo. “Falso, esposo falso” lo hizo intentando recordarle a su mente y cuerpo que todo esto solo era momentáneo y que solo duraría 90 días. Maldición ¿Cómo haría ella para controlar sus sentimientos durante noventa días? No importa como, pero de alguna manera decía conseguir mantener distancia con este hombre. Cuando keith empezó a besar su cuello subiendo a sus orejas, su mente se nubló. “Distancia” debía mantener la distancia con él, pero ¿Cómo? Con un impulso casi ahogado se alejó de él. Cuando vio el rostro claramente excitado de su esposo, su mente ya nublada termino por ser ignorada. —¡Quiero darme una ducha!—Dijo entre jadeos descontrolados. Keith sonrió casi satisfecho de la reacc