El aliento de Emily se contuvo al encontrarse bajo el peso de Axel. Su cuerpo quedó rígido y sus manos descansaron torpemente sobre el suelo frío de la tienda. Los ojos grises de él estaban fijos en los de ella, intensos y penetrantes, como si intentaran descifrar algo que ni siquiera ella entendía. El corazón de Emily latió con fuerza, resonando en sus oídos como un tambor, y la cercanía repentina de aquel hombre, con su porte arrogante pero enigmático, la desarmó por completo. Por su parte, Axel no se movió. Su mirada continuó atrapada en la de Emily, recorriendo cada matiz del azul de sus ojos. Su aroma llegó hasta él, era una mezcla dulce y ligera, como flores recién cortadas. No pudo evitar aspirarlo, con una lentitud que lo traicionaba. La tensión entre ellos era como un hilo invisi