CAPÍTULO NUEVE Mackenzie no tenía recepción en el teléfono hasta que regresó a la pista de gravilla, por lo que no pudo llamar a McGrath para darle las noticias hasta diez minutos después. Su secretaria le dijo que se encontraba fuera de su despacho y que no respondía al teléfono. Decidió no dejarle ningún mensaje y, en vez de ello, llamó al alguacil Tate. Tate tampoco le respondió, pero cuando le salió el buzón de voz, se acordó de que le había dicho que su teléfono desfasado estaba comportándose mal. Colgó, frustrada, pero antes de que le diera tiempo a enfadarse, Tate le llamó directamente de vuelta. “Ya te lo dije,” dijo él. “Este maldito teléfono. De todos modos, ¿qué puedo hacer por ti, agente White?” “¿Con que rapidez nos podemos encontrar en la comisaría con algunos de tus mejo