Se despertó algo mareada y suponiendo que se había dormido en mitad de la escena. Le dí un vaso de jugo rico en azúcares para que se empezará a recuperar y le dije que era mejor comer para que se sintiera mejor. Sin embargo ella sintió muchísimas ganas de ir al baño por lo que debió alejarse un poco y hacer sus necesidades en el monte. Sé que había actuado de forma incorrecta con ella pero necesitaba saber en qué charco estaba nadando. Nos regresamos a casa y ella se quedó conmigo esa noche. A las horas ya estaba perfecta como si nada hubiese pasado. Al siguiente día tenía que ir de nuevo por otra sesión de depilación láser, era la última y ya no volvería a ver vellos en mi piel. Ella insistió en acompañarme y estar pendiente de hacerle mala cara a la muchacha que depilaba mis partes