Quería llegar rápido a casa para descubrir que contenía el paquete que había recibido de forma anónima. De seguro era material o documentos de la comunidad. Apenas abrí la puerta de la casa mis dos bebés corriendo y dichosos de alegría se colgaron de mi cuello. ¡Los extrañé tanto! Puede que no fuese lo correcto pero al hablarle a Lorena de mis hijos les había comprado un montón de juguetes. Cesar se los empezó a enseñar y yo me pude escabullir a la habitación. Moría de ansiedad por descubrir que había dentro del paquete. Cerré la puerta y le puse el seguro. Me senté en la cama y acerqué mi nariz al envoltorio. Quería intentar encontrar algún olor que me hiciera descubrir quién era su remitente. Pero no alcance a percibir nada. El papel era muy delicado y traía un gran moño rojo hec