A medida que pasaban los días se iban sumando más mujeres a mi organización, a diario tenía conversatorios con ellas. Esperaríamos a que fuésemos miles para crear una jerarquía y de esa manera elegir líderes que ayudarán a proponer nuevas estrategias de trabajo. Se le encargó a cada integrante reclutar a diez conocidas y de esa forma crear una cadena hasta agregar a todas las mujeres vulnerables que ejercían este trabajo. La estrategia tuvo éxito y muy pronto fuimos millones, empezamos a organizarnos. Se nombró una presidente de la organización, optaron que yo seria la indicada, pero no quería figurar, deseaba mantener en la sombras dirigiendo. Y propuse que fuese la Sussy. Aceptaron y empezaron a llover ideas, se nombraron secretarias, tesoreras, habían mujeres profesionales de todo