Tess. Para cuando el coche se estaciona frente a casa de mis padres, tengo el corazón tan roto que no soy capaz siquiera de levantarme del asiento y alejarme de este hombre que es lo que más quiero en estos momentos. ¿Cómo puede ser esto posible? Estoy a su lado, odiándolo como lo hago, hasta con la última célula de mi cuerpo, pero me niego a salir del auto porque sé que si lo hago será el final. Esta puerta, este momento, define por completo el final de nuestra relación y no puedo ser capaz de dejarlo así como así porque a pesar de lo que pueda él pensar, yo sí tengo corazón y memoria, y realmente estoy afectada. Mis manos tiemblan, duelen por todo el daño que les causé así que no puedo ni siquiera abrir la puerta por mi cuenta, y él lo nota. —Tess... realmente lo siento—susurra,