-Qué no Ángelo, te dije que no. - Le gruño saliendo de la habitación, él quiere volverme arrastrar a la cama, no lo dejo me levanté muy temprano, para poder pasar por mi pisó a buscarle las maletas de ropa a mí princesa, sus abuelitos paternos se la van a llevar a Madrid, por quince días de vacaciones. -Vamos nena, será más rápido de lo que te imaginas, con esa falda se te ve un trasero, ¡Que Dios! - Empieza a suplicar detrás de mí, me giro lo fulmino con la mirada y tratar de ser fuerte para no claudicar a lo que me pide, él no está tampoco nada mal con su traje, ¡Dios!, Estefanía, no puedes todo el tiempo babear cada vez que lo vez, él se da cuenta, me sonrojo. - Viste nena, tú también quieres, anda déjame quitarte esa ropa. - Me dice con su voz tan seductor, estamos a mitad de es