13La planeada excursión a Whitwell resultó muy diferente a la que Elinor había esperado. Se había preparado para quedar completamente mojada, cansada y asustada; pero la ocasión resultó incluso más desafortunada, porque ni siquiera fueron. Hacia las diez de la mañana todos estaban reunidos en Barton Park, donde iban a desayunar. Aunque había llovido toda la noche el tiempo estaba bastante bueno, pues las nubes se iban dispersando por todo el cielo y el sol aparecía con alguna frecuencia. Estaban todos de excelente ánimo y buen humor, ansiosos de la oportunidad de sentirse felices, y decididos a someterse a los mayores inconvenientes y fatigas para lograrlo. Mientras desayunaban, llegó el correo. Entre las cartas había una para el coronel Brandon. El la cogió, miró la dirección, su rostro