Los subsiguientes días transcurrieron tranquilos. El profesor O´Ryan me entregó la nota perfecta de Cedric Lennox que sacó en su examen de álgebra. Sonreí alegre, solo me faltaba concretar los trámites de la beca: Entrega de papeles y demás. ¡Qué emoción! En clase, Cédric pasaba a mi lado porque se sentaba cerca de mí, pero no nos dirigíamos la palabra, ni mucho menos las miradas. En pocas semanas terminaría el curso escolar y ahora, con el peso que me he quitado de encima de las tutorías, solo quería enfocarme en la obra de teatro que estaba dirigiendo. Era una actividad extracurricular, no tenía nada que ver con la escuela, los chicos eran de diversos colegios y grados diferentes, pero hacíamos un buen equipo y resultaba muy entretenido. Justo ahora, estaba sentada en primera fila