De todo lo que había pensado Cian tras proponer ir al restaurante, nada estaba saliendo como había deseado desde el mismo instante en que cruzaron la puerta. En primer lugar, había estado esperando impresionar a su pareja, no asustarlo por los cambios que este había tenido sin que se diera cuenta de ello, volviéndolo un restaurante mucho más refinado de lo que recordaba. Luego, estaba el haber sido emboscado. Aunque agradecía la preocupación de los miembros de su aquelarre, definitivamente no los había estado esperando en ese momento, mucho menos cuando uno de ellos le besó con tal confianza que daba a entender que otras cosas estaban sucediendo entre los dos, y aunque eso no le habría molestado mucho en el pasado, ese simple beso inocente le había irritado porque Dennis, su pareja, lo