Un lazo que no se puede romper

1404 Words
Alessandro se quedó esperando a su hermano todo el día, pero este nunca llegó, él se preguntó si le había pasado algo o si no había recibido su carta. Cuando entró en su habitación, vio a Abril en el balcón, él se acercó a ella, la abrazó por detrás y le preguntó. _ ¿Qué haces despierta a esta hora? _ Te estaba esperando, no quería irme a dormir sin verte. _ Lo siento, al final no pude cenar contigo, Gabriel me llenó de trabajo y no me dejó ir hasta ahora. Abril se dio la vuelta, ella quería ver su rostro, en realidad lo necesitaba. _ No tienes que disculparte por eso, eres el rey, tienes un reino que dirigir, se que eso no es fácil. _ Gracias por tu comprensión. _ No tienes por qué agradecer. Alessandro acarició su mejilla con suavidad y le dio un suave beso en los labios. _ Desearía tener más tiempo para estar contigo, ¿No te sientes igual? _ Si, me siento exactamente igual, desearía estar contigo cada minuto y cada instante de mi vida, pero tenemos obligaciones y deberes que cumplir, así que seré razonable y no pediré lo que no me puedas dar. _ Odio eso. _ ¿Qué cosa? _ Odio no poder darte todo lo que me pidas. _ Cada día me das más de lo que alguna vez soñe, mas de lo que nunca imagine. _ Aun así, a veces siento que no es suficiente. _ Quita esas ideas de tu mente, porque si lo es. Alessandro la abrazó, hundió su cabeza en su clavícula respirando el olor de cuerpo y le dijo. _ Te extrañaré mucho. _ Yo también voy a extrañarte. _ ¿Sabes cuánto tiempo estarás fuera? _ Quizás dos días o tres, no lo sé. _ Vuelve pronto, de lo contrario iré a buscarte. _ No tendrás que hacerlo, estaré ansiosa por volver, además debes cuidar a nuestra hija en mi ausencia, protegela. _ Eso no tienes ni que pedirlo, cuidare bien de ella. _ ¿Cassian aún no ha llegado? _ No y eso me tiene preocupado. _ Espero que esté bien y llegue pronto. Las campanadas del reloj, anunciaron que ya era más de medianoche, Alessandro dijo. _ Ya es tarde, hoy ha sido un día largo, será mejor que descansemos. _ Si, eso será lo mejor. Ambos se fueron a la cama, Alessandro rodeo a Abril con sus brazos, ella podía escuchar los latidos de su corazón, su respiración, eso la hizo estar mas tranquila, por que aunque no lo demostraba, el tener que dejar a su familia la ponía muy nerviosa y ansiosa, tenía miedo de que les ocurriera en su ausencia. _ Lessan. _ ¿Qué pasa? _ Cuida de Lissana. _ Aby cuidare bien de nuestra hija, ademas estaras fuera poco tiempo, nosotros estaremos aqui esperandote. _ Sí, tienes razón. Abril enterró su rostro en su pecho y le dijo. _ Odio separarme de ti. _ Yo me siento igual y si no fuera por Lissana, iría contigo. _ Aunque tarde, no me vayas a buscar, no puedes dejar sola a Lissana y mientras no estoy tenla cerca. _ Aby, ¿Pasa algo? _ No, es solo que mi hermana aun sigue por ahí y no sabemos cuando vendrá a atacarnos. Alessandro suspiro profundamente y dijo. _ Es verdad, pero si no ha hecho ningún movimiento durante todo este tiempo, dudo que lo haga ahora, así que no te preocupes. _ Eso espero. *** Cassian tuvo que detenerse a descansar en una posada ya que Maya había empezado a sentir náuseas por el traqueteo del carruaje. Él puso un paño de agua fría sobre su frente para intentar aliviar un poco su malestar. _ ¿Estás mejor? _ Si, y lo siento, solo te estoy retrasando. _ No te preocupes por eso, lo importante es que estés bien. _ Por eso prefiero los pergaminos de teletransportación. _ Lo sé, pero creí que los pergaminos serían muy desgastantes en tu estado, al parecer también me equivoque con lo del carruaje, ahora por mi culpa has enfermado aún más. Maya tomó la mano de Cassian y le dijo. _ Esto no es tu culpa. _ Pronto estarás mejor, Abril hará que te mejores. _ Sí, eso espero. Cassian le dio un suave beso en la frente y le dijo. _ Así será, aguanta un poco más, pronto estarás bien. Esa noche Cassian se quedó despierto cuidando de Maya, al día siguiente ella estaba un poco mejor, así que retomaron su viaje. Cuando llegaron al palacio, Cassian preguntó dónde se encontraba Abril, quería que ella ayudara a Maya ya que ella no tenía buena cara. Una de las sirvientas los guío hasta el invernadero donde ella se encontraba. Cassian llegó con Maya desplomada en los brazos, Abril al verlos se sorprendió mucho, sobre todo porque Maya no parecía estar muy bien. Ella entregó a la bebé a una de las sirvientas y se apresuró hacia ellos. _ ¿Qué le pasa a Maya? _ No lo se, hace un tiempo que no se encontraba muy bien, el viaje hasta aquí solo empeoró su salud, ¿Puedes ayudarla? _ Por supuesto. Abril tomó la mano de Maya e infundió su magia en ella. Maya recuperó la conciencia y al ver a Abril le dijo. _ Hola Aby. _ ¿Cómo estás? _ Mucho mejor. _ Creo que lo mejor será llevarla a una habitación para que descanse. _ Maya, ¿En verdad estás bien? Preguntó Cassian muy preocupado y con cierta ansiedad en la voz. Maya tocó su mejilla con su mano aún fría y le dijo. _ Si Cassian, ya estoy bien, no te preocupes. Cassian la apretó contra su pecho y le dijo. _ Gracias a Dios. Cassian se quedó abrazando a Maya durante un rato como si temiera perderla, Abril puso su mano en su hombro y le dijo. _ Cassian, Maya necesita descansar. _ Si. Cassian llevó a Maya hasta su habitación, aunque ya no vivía ahí todo seguía igual y las sirvientas siempre le daban esa habitación. Él la depositó suavemente sobre la cama y le dijo. _ ¿Quieres algo? _ Un poco de agua, estoy sedienta. Cassian sirvió un vaso con agua, la ayudó a incorporarse y le dio de beber el agua, al terminar Maya se rio. _ A veces exageras un poco, puedo tomar un vaso con agua por mi cuenta. _ Lo sé, pero cuando te veo así, solo quiero cuidar de ti. _ Cassian, estoy bien. _ Entonces por que sigues viendote débil. _ Solo sigo un poco mareada por el carruaje, si descanso un poco estaré como nueva, asi que por que no vas a ver a tu hermano mientras duermo, él debe estar esperándote. _ No quiero dejarte sola. _ Quizás duerma toda la mañana, da igual que te quedes, así que no te preocupes por mi y ve a haber para que te mando a llamar tu hermano. _ Está bien, no tardaré. Maya dio un gran bostezo y respondió. _ Tomate tu tiempo, yo dormiré un buen rato. Cassian le dio un beso en la frente y le dijo. _ No tardaré, si te encuentras mal no dudes en llamar a una sirvienta. _ De acuerdo, ahora vete. Cuando Cassian salió de la habitación, la pequeña hada que la había estado siguiendo aparecio de repente, voló a su alrededor y le dijo. _ Te ves muy mal y no es por el viaje en carruaje, si no vuelves a la tierra de las hadas morirás. _ Podrías dejar de recordarme que moriré. _ Lo hago para que no lo olvides. _ Pues no necesito que me lo recuerdes. _ Seguiré recordandotelo hasta que decidas volver o que mueras. _ Así que tendré un pequeña hada de la muerte hablando a mi oído cada día. _ Mi misión no es anunciar tu muerte, es hacerte entender que debes volver a tu hogar. _ Ese no es mi hogar, nunca lo ha sido. _ Lo es desde el momento que juraste lealtad a la reina hada, estás atada a la tierra de las hadas al igual que a la reina y lo sabes, el lazo que las una no se puede romper, todo tu ser te lo esta diciendo, te lo dice a gritos y seguira siendo asi hasta que decidas volver.
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