Maya estaba apunto de quedarse dormida cuando escucho que tocaban a la puerta, era Abril, asomó su cabeza por la puerta y preguntó. _ ¿Puedo pasar? _ Por supuesto, pasa. Abril se acercó, se sentó en la silla que había junto a la cama y le preguntó. _ ¿Cómo te encuentras? _ Mejor. Abril se le quedó mirando como si supiera que mentía, Maya suspiro pesadamente y respondió. _ De acuerdo, me siento fatal, pero estoy mejor que cuando llegué. Abril tomó la mano de Maya e infundió una gran cantidad de magia en ella, Maya se sintió un poco mejor, pero no lo suficiente como para decir que estaba bien. _ Mi magia no funciona en ti. _ Lo sé. _ ¿Por qué? _ Te lo contaré, pero no se lo digas a Cassian, no quiero preocuparlo. _ Mantendré en secreto lo que me digas. Esa era la primera vez qu