Abril estuvo hablando con Alessandro hasta que calmó su ansiedad y sus temores. Al terminar la comunicación ella quiso dormir, pero también necesitaba un baño y una buena comida.
Ella tiró de la cuerda que había junto a la cama y una sirvienta llego a los pocos minutos. Abril conocía a aquella sirvienta, era Liona, la sirvienta que cuido de ella cuando era una niña, si es que a eso podía llamar cuidar. En realidad ella solo se había encargado de hacer su vida aún más miserable de lo que en ese momento era.
Liona había escuchado que tenían importantes invitados y debian ser tratados con respeto, sin embargo al ver a la persona que la había llamado, enderezó su espalda.
Aunque el color de su cabello era diferente, ella sabía quién era. Abril Venobich, la princesa olvidada.
_ ¿Qué quieres
