—Alessio, dejemos eso para después, esta noche solo quiero cenar contigo y olvidarme un poco de lo que ha pasado. Cuando me dijiste esta mañana que saldríamos, me causó mucha felicidad. Lo veo como una cita — si algo podía notar era que estaba bajando la guardia conmigo, el muro que me ponía lo estaba derrumbando. —Es nuestra primera cita, y quiero que sea la más especial. No te imaginas lo que me estoy esforzando — tras hablarle sentí su mano posarse sobre la mía. Inmediatamente yo entrelacé nuestras manos y llevé nuestro agarre sobre sus muslos. —Y lo puedo notar, lo he visto desde cuando estuve en la clínica — me dijo con su dulce voz. Desde que enfermó no me he separado de ella. Estoy ahí para recordarle sus vitaminas, para mencionarle que tiene que cuidarse, para estar pendiente