— Bueno, ya es hora — dice acercando el aparato a mi vientre. — Un momento — dice Zac llamando la atención de todos. De su bolsillo, saca el teléfono que toma con una mano y con la otra sostiene mi mano — ahora sí puede comenzar. — responde Zac emocionado. — De acuerdo — responde el doctor colocando ese aparato sobre mi abdomen, donde da ciertos movimientos alrededor, mientras en la pantallas aparece esa bolsa con un pequeño bulto que él señala — Aquí tenemos a su bebé. Me asombro ante conocer la verdad del bebé. Él realmente existe, mi bebé si existe y existió todo este tiempo. Mientras yo seguía con mi vida, mi bebé crecía sin mostrar que existía y yo siquiera notar. — Como puede ver, al llegar a estas alturas del embarazo, el bebé ya ha alcanzado un alto grado de su desarrollo, en s