—Quizá no fue culpa de ellas el no tener al heredero que él deseaba. —Él la escogió a usted como su tercera esposa? —Si usted lo viera, comprendería por qué salí corriendo. —Pero usted no corrió— respondió el Príncipe—, en realidad considero que fue muy valiente al bajar por la ventana. —Tenía tanto miedo que necesitaba... escapar de cualquier manera—explico. —lY qué piensa hacer ahora? —Fui una tonta al escapar sin dinero. Tenía tanta prisa que no pensé en nada mas que en no estar allí cuando él llegara. —De seguro tendrá usted amistades que podrán cuidaría y ayudarla— indico Nicolo. Hubo silencio y de pronto Sacia dijo: —No... puedo pensar en alguien que no le tenga mucho miedo a papá y que no considere que Lo mejor es decirle donde estoy. Era obvio que el padre de Sacia era al