ALIANNA
Me pregonó con grandes y tontas sonrisas cuando Andre vino a recogerme después del trabajo la noche siguiente.
Llegó un poco antes del cierre para tomar un bocado antes de nuestro viaje de compras, y desde que se sentó en la barra de crudo, charló con Teddy, logrando milagrosamente que el pobre niño saliera de su caparazón literalmente por primera vez en todo el verano.
—Pobre Teddy. No creo que él siquiera supiera cuánto le estaba afectando este restaurante lleno de estrógenos—, resopló Evie mientras ella y yo estábamos con Hannah junto a la máquina de café expreso.
—Sí, solo necesitaba un chico con quien hablar—, me reí mientras Hannah terminaba de preparar tres macchiatos para que los bebiéramos.
—Sí, aunque ese no es un niño. Ese es un hombre. Esa es la definición de hombr
