Siempre espero a mi novio en la barda de la jardinera del edificio que está en la calle que sigue del hospital, según las reglas del hospital está prohibido tener relaciones personales entre los empleados, pero nosotros comenzamos a ser novios mucho antes de entrar a trabajar aquí, por lo que no estamos rompiendo ningún reglamento o ¿O sí?.
A lo lejos puedo ver que ya se acerca Eder portando su muy común uniforme que consta de la filipina y su pantalón a juego color blanco. Es gracioso como muchas personas creen que, por vestir con el uniforme quirúrgico, de esos que utilizan las enfermeras y doctores dentro de la sala de operaciones, quiere decir que eres personal de salud, en el hospital Los Ángeles donde trabajamos nosotros, así como en la mayoría, este es el uniforme es para diferentes áreas y personal que no es directamente de atención a pacientes ni de algún rango o especialidad de enfermería o medicina, pero en la calle las personas piensan que lo somos.
Se dirige hasta mi saludándome con un beso, me levanto para caminar junto a él para tomar el transporte público, lo sé, Eder no tiene dinero ni auto propio, pero sigue siendo estudiante, por lo pronto estamos bien así y somos felices.
Les presento a mi novio, su nombre es Eder Garza, tiene 20 años, es alto un poco llenito, oigan no todos los hombres guapos son delgados, además con su cabello castaño levemente rizado y su barba tricolor desvía la mirada de su cuerpo a su rostro viendo sus lindos ojos castaños oscuros.
Hoy nos quedamos en ir al cine, acaba de salir en la cartelera la película que estuvimos esperando por meses, es de acción sobre la segunda guerra mundial, aunque no me crean me gusta mucho este género de cine, tengo un niño interno escondido. Como están prohibidas las relaciones como les he dicho, no podemos ir a la plaza comercial que está a una calle de aquí por más que ámemos las enormes salas VIP con las que cuenta, tenemos que irnos al centro para poder verla ¡Rayos!
Estando en la parada del bus mantenemos la conducta, hasta que se va acercando subimos entre tantas personas que han llenado el lugar, Eder se detiene al lado mío cargando mi bolso y abrazándome para no caernos, me sujeto de su dorso con una mano y con la otra me agarro de uno de los asientos frente a mí, por mi estatura me es un impedimento tratar de alcanzar el tubo de arriba del bus.
Al llegar al centro el lugar se comenzó a despejar dejando ver lo lleno de las calles, personas caminando por aquí y por allá llenos de bolsas, otras personas regresando de diferentes empleos, se distinguen diferentes vestimentas, unas mujeres llevan trajes con pantalón y saco como yo, otros de overoles con logotipos de empresas, chicas y chicos con uniformes de cadenas restauranteras, etcétera. Nos bajamos del bus caminando hasta llegar a la plaza comercial en la que se encuentra el cine, entramos recorriendo las tiendas departamentales donde hombres y mujeres que promocionan dichas tiendas, subimos las escaleras eléctricas para llegar al área de comidas que de igual manera se encuentra llena de personas en las mesas comiendo, al finalizar el área se encuentra otra escalera eléctrica que nos lleva hasta la entrada del cine.
Al llegar Eder pide las entradas que había reservado, para mi mal gusto fueron en la última fila de arriba mejor conocida como la zona del amor, no me miren feo todos sabemos que es el lugar favorito y exclusivo para los novios, en mi caso llámenme aburrida, pero a mí me gusta disfrutar la película y a Eder es la manera en la que me está pidiendo que no la veamos, si saben a lo que me refiero.
Tomamos asiento la película ya había comenzado torpe mente nos sentamos y me abraza recargándome en su pecho, su perfume huele súper rico es tan caballeroso y cuidados con esos detalles, la sala terminó casi vacía, solo éramos 4 personas cercas de esa famosa última fila, me empezó a besar apasionada mente cuando acorde ya tenía él mi mano dentro de su pantalón, me hizo aguantar toda la función pues no me tocaba a mí. Terminando la peli solo me tomaba de la cintura caminando por los pasillos de la plaza.
- Vamos a mi casa, mi mamá trabajará de noche hoy - me dice al oído, su mamá es enfermera en otro hospital.
- Si - era más que evidente mi respuesta.
En el camino me decía un buen de cosas sucias hasta que llegamos, beso y beso el súper duro me dijo espérame vamos a tomarnos algo, se fue a la cocina donde trajo algunos refrescos de cola regular, un par de vasos, limones junto con una botella de ron, antes de tomar algo volvimos a besarnos frenéticamente, me desabotonada la blusa tomándome mis senos, me suelto de sus manos para yo bajarle el pantalón porque dije ya se tardó, pues ya me veía yo en todas las posiciones habidas y por haber, le comencé a tocar su erección viendo cómo se estremece conforme subo y bajo mi mano hasta que ¡Pumm! que explota la cosa, se vino súper fuerte y exprés me mancho la cara, ¿Qué rayos ocurre? ¿Tan rápido?
Me reí poquito no les voy a mentir y me dijo es que me tienes esperando desde hace mucho, siempre que hemos intentado tener relaciones ocurre algo inesperado, el universo parece que está en contra de que nos manifestamos y caigamos en el deseo carnal. Cabe decirles que no es mi primera vez, pero con el sí, nunca hemos podido siempre nos interrumpen, no tenemos suficiente tiempo libre, no tenemos dinero suficiente para ir a un lugar de cinco letras, etcétera.
Después del incidente dije ¡Ok! horita se reinicia y podremos por fin hacerlo, pero pues no, no se reinició me recorría el cuerpo desde la espalda bajando hasta mis glúteos, de mis senos hasta mi v****a, me avivo todavía más mi libido ya casi la soñaba, lo toque, lo bese, me quito la blusa junto a la de interior que portaba, dejando únicamente mi sostén rojo, el sin ropa alguna y nada.
Pasaron horas, mis labios ya estaban irritados de tanto beso, mi mano cansada en subir y bajar en su m*****o dormido, nos separamos para que tomara aire.
- Quédate a dormir descansemos, vemos otra peli aquí, tomamos y nos damos fuego toda la noche, mamá llegará hasta las 9:00 - dice sin aire.
- ¡No! Mañana tengo que llegar al trabajo, no tengo otro uniforme limpio. por supuesto que no me iba a quedar, yo soy una niña bien, aunque tengo vida s****l activa siempre duermo en mi casa.
- Vamos te puedes poner el mismo - me continúa rogando.
- ¡No Ederl A demás está más lejos que mi casa para llegar al hospital en la mañana - me volví a negar.
- Esta bien Yal, veamos la televisión un rato más entonces se molestó por lo que me acomode la ropa haciendo él lo mismo.
Prendimos el televisor buscando algo que ver mientras bebíamos unas improvisadas as me agasajo otra vez intentando convencerme de nuevo, me calentó con ayuda del alcohol y la situación fue que nunca despertó su amiguito, terminamos saliendo sin hacer nada de casa que esta mucho lejos de la mía, así que solo me acompaño a la estación del tren ligero terminando sin poder hacer nada de nuevo
En el camino me pongo mis audífonos para escuchar música, no me gusta escuchar las conversaciones de las demás personas, pongo el reproductor de mi teléfono móvil en modo aleatorio, intento subir el volumen al no escuchar bien mis canciones lo que faltaba mis audífonos se descompusieron ¡Genial!
Mi recorrido consistía en 1 hora y 20 minutos en tren ligero hasta poder llegar a mi casa, cuando llegue a mi destino voy caminando por la calle donde puestos de comida ambulantes están llenos de personas comprando, haciéndome recordar que no comí nada por estar en plena acción, o un intento de eso.
Al llegar a mi casa me recibe mi mamá quien dejo un poco de comida, me siento en la mesa a escuchar a mi mamá platícarne cosas que le ocurrieron durante el día, me plática de personas que no conozco, pero sé que a ella le gusta desahogarse conmigo por lo que me espera a cenar siempre, esa es otra de las razones por las que nunca duermo fuera de casa.
Cuando termino mi mamá dejo de contarme cosas empezando a ver ella sus programas de comedia, yo me dirijo hasta la cocina con los platos sucios hasta el lavabo, terminando de limpiar el resto de la cocina me dirijo al baño a tomar una ducha, la necesito. Cuando salgo me coloco mi pijama dirigiéndome a mi cuarto, lo sé no soy rica para tener mi propio baño, escucho a mi hermano como está jugando con sus videojuegos, a pesar de vivir juntos nos vemos y convivimos poco.
Entrando a mi habitación acomodo mi uniforme del siguiente día, mañana hará un poco de frío así que busco el suéter ligero para guardarlo en mi bolso cuando veo los preservativos que no pudieron usarse hoy terminando riéndome de todo lo que ocurrió hoy.
Me despido de ustedes que también han de haberse quedado con las ganas de que hubiera pasado algo más intenso hoy, nos vemos mañana...