CAPITULO 4

930 Words
Hoy que es viernes 13 quiero contarles como es que nació mi extraño don de predecir, si es que se puede llamar así  Todo comenzó a los 13 años en la época de mi escuela básica, empezó a gustarme mucho el rock y la onda gótica ya ven que siempre hay música de moda pasajera, pues yo era del clásico grupo de amigos que siempre platicában que jugarían a la ouija y que invocaran demonios con conjuros de libritos de a 10 pesos que compraban en las exposiciones de la escuela, la verdad yo era muy escéptica pero si creo en el balance entre bien y el mal , como es de esperarse de unos niños en plena pubertad nunca hicimos nada, ni fui a nguna de sus sesiones o rituales la verdad solo eran pantalla para hacernos los valientes como todo pre adolecente.  Un día normal de clases me dicen mis amigos que hay una casa cerca del prescolar cercano a nuestras casas que se quemó porque estaban jugando a la ouija y quise verla, decían que salio fuego de la tabla y toco el techo de la casa, la verdad sonaba muy fantasioso todo eso pero nuestra ingenuidad y curiosidad de confirmar si fue real todo, terminamos yendo, fuimos pero yo no quise entrar algo no me gusto era como un escalofríoo que sentía en mi cabeza y en mi espalda y solo me quedé en la banqueta viendo que si estaba toda completa mente quemada la casa por dentro y por fuera, el lugar fue abandonado por sus dueños desde hacía algunos años.   Despues nos fuimos a clases normal pero yo no podía dejar de sacar de mi mente aquella casa, en lo que había sentido, después de un rato dige a lo mejor es solo la impresión de ver aquella escena, y no le di importancia.  Al pasar los días mis amigos me empezaron a dejar de hablar, me hacían a un lado y empecé a ser muy solitaria, si platicaba con los compañeros de clases por obvias razones de trabajos escolares, las mismas clases en grupo , etcétera pero hasta ahí, y comencé a ocupar mi tiempo en otras cosas ente al grupo de karate, con las porristas, al club de lectura, computación, todo me iba muy mal, antes era buena en todo, pero no podía concentrarme, tuve que dejar de intentar cualquier actividad extra curricular.  Un día de camino para mi casa hay un panteón en el centro de la ciudad por dónde pasaba el bus, comencé a visitar sin razón ese lugar, me traía mucha paz, era muy silencioso podía leer tranquilamente mis libros extraños de vampiros y cosas mitológicas, asi estuve acudiendo constantemente hasta que el vigilante me pregunto si tenía alguien por visitar a lo que le respondí que no, que sólo iba para buscar paz.  Así pasaron varios días en los que comencé a ir más y más seguido, hasta que un día el vigilante después de verme seguido me dijo si quiera ayudarle, me dijo que hay muertitos que llevan años sin visitas y sus tumbas estaban muy descuidadas y les vendría bien un poco de aseo, y pues ni tarde ni perezosa empece por un costado, si habia tumbas muy viejas a las que comencé a limpiar quitar hierva acomodaba sus flores y asi, al final de un día me senté bajo la sombra de un gran árbol me había pasado al lado de una tumba que no note antes, no recuerdo muy bien el nombre pero era super antigua tenía una cruz con un círculo grabados, siempre me han gustado las construcciones antiguas, sé que dirán que es una tumba y no debe de ser el gusto de nadie pero a mi me pareció preciosa, asi que tome una hoja de mi cuaderno y la comencé a calcar con lápiz, me fui a mi casa y la pegué en la pared de mi habitación a mi mamá no le gustó para nada pero ya saben que a esa edad no entendemos razones, asi que después de hacer mis deberes me dispuse a dormir. Apartir de esa noche sentí que algo había diferente en mí, en mi casa; esa noche comenzó todo, empecé a tener sueños muy extraños. Al siguiente día en la escuela empecé a observar bien a las personas, el novio con el que salía en ese entonces me miraba diferente, se empezó a comportar como los demás.  Mi mamá y mi hermano se comenzaron a preocupar por como me empecé aislar, ya no hablaba con nadie, me la pasaba viendo en mi computadora cosas de misticismo, buscaba que significaba el símbolo que había calcado, encontré un grupo en una de esas páginas de chat abierto donde personas platicában de cosas parecidas a las que yo estaba experimentando, pero decían que muchos de ellos habían intentado hacer un ritual que me lo recomendaban para calmar las malas vibras que mi cuerpo había absorbido.   Lo siento amigos hay viene Eder, el día de hoy tendremos de nuevo una cita, acudiremos a una discoteca aprovechando que él salió más temprano, creo que su amigo Omar se ha sentido mal y lo tuvo que llevar él a su casa, así que me vine directo a mi casa para cambiarme y esperarlo aquí, así que nos vemos, después les contaré lo que pasó, en ese tiempo vivía en casa de mi abuela en un pueblo del estado de Veracruz, apartir de todo lo que ocurrió tuvimos que mudarnos regresando aquí a Guadalajara, tranquilos, se los explicaré con más tiempo, chao...
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