Riley cumplia con la terapia todos los días, iba al gimnasio por las mañanas con Tony, desayunaba con Klaus y Kalia, luego iba a dejar al niño a sus clases y aprovechaba a descansar hasta que el niño regresaba, su brazo había mejorado y él también se sentía mejor, siempre había alguien que le preguntaba por su salud, la casa era muy armoniosa y cálida, las personas ahí no parecían malas o al menos, la mafia no era como él se lo imaginaba. Larissa estaba pendiente de él, no había día en que no le preguntará sobre su salud, le preguntó si debía tomar una medicina o alguna indicación especial por el médico, se sentía bien que ella quisiera cuidarlo. Como todas las mañanas llegó al gimnasio para ir con Tony, realizaron sus ejercicios y al final Tony le dejó otra serie de movimientos que no e