Riley fue al entrenamiento como cada mañana, estaba un poco nervioso porque Tony le había dicho que empezarían con la rutina normal de nuevo, sabía que el brazo le molestaba y en ocasiones prefería no utilizarlo en el día, su cuerpo ya se había acostumbrado a esa reacción después de varias semanas de ser inutilizado, Tony intentó tranquilizarlo y le indicó que empezarían poco a poco, pero su entrenamiento fue concluído cuando Tayler llegó hacía ellos. –Veo que comenzaron a entrenar de nuevo –mencionó con una sonrisa. –Su brazo está sano, pero se debe acostumbrar –comentó Tony. –Me compadezco de ti y la paciencia que le tienes. –Solo lo dices porque me extrañas –se defendió Riley. –Gritarte, tal vez. Riley fingió estar ofendido por su comentario mientras Tony y Tayler rieron de