Unos días habían pasado desde su regreso, las cosas todavía estaban tensas entre Elijah y Jackson. Jessica se sumergió en visitar el hospital de la manada y a los cachorros recién nacidos de la manada con regalos, así como a los ancianos con cestas de nueces, frutas secas y miel. Scarlett sabía que era una forma de ella lidiar con la tensión en la casa y no la culpaba. Había hablado con Scarlett, preguntándole cómo se sentía realmente, pero como siempre Scarlett dijo que estaba bien, todavía no podía decirle la verdad a su madre. Cada noche ella y Elijah dormían en los brazos del otro, los momentos entre ellos no eran solo sexuales, sino que cada pequeña cosa hacía que Scarlett se enamorara aún más, un amor que superaba con creces su primer amor. Esto la aterrorizaba y la hacía sentir