La puerta se cerró de un portazo detrás de ella y Elijah sonrió, encontrando su comentario bastante atractivo. —Bueno, obtuviste tu respuesta —dijo con arrogancia. —¿Crees que ella puede hacer esto? — Jackson estalló, desahogando su ira—. ¡Has sido una mala influencia! Elijah frunció el ceño. —Sí, ella puede si todos tuvieran algo de fe —dijo—. No es como si estuviera sola, nos tiene a nosotros, su manada detrás de ella. Jackson miró a Jessica, era cierto que ya no podían esconderse ahora que Zidane conocía la verdad. Vendría por ellos y temía por su esposa e hijas. —Por supuesto, estamos detrás de ella, pero no es seguro —dijo Jackson, su ira disminuyendo un poco. —He visto cómo trata a su manada. Entiendo que tú escapaste para proteger a tus hijas y tu propia vida, pero como su Lu