La mujer de mediana edad salió en silencio de la habitación del hospital, ya pasada la medianoche. Scarlett acababa de tener su chequeo completo, estaban en el hospital de la manada de Rafael. Ambos alfas se volvieron hacia ella, la tensión era evidente en sus rostros, Elijah le había dicho a Rafael exactamente quién era Scarlett y cómo Zidane la había marcado. —¿Cómo está ella? ¿Puedo verla? —dijo Elijah levantándose rápidamente. Tenía el pelo despeinado por pasar los dedos por él repetidamente. —Alfa... por favor, cálmese —dijo el médico jefe mirándolo seriamente—. En primer lugar, el acónito debe haber sido mínimo, apenas quedaba rastro en su sangre. Elijah no dijo nada, sabía que era mucho, pero presentía que tenía que ver con las habilidades especiales de Scarlett. —Para ser sinc