Un rato a solas.

3080 Words
¡Oh cielos! sus labios resultaron como los pensé, suaves y deliciosos y con las ganas que le tenia. Lucia tenía razón, don gruñón me gustaba, tanto que no podía apartarme de ellos. -Molly. -¿Eh? -Cariño, no es que no quiera que te apartes, pero todos nos están viendo.-Dice él con sarcasmo despertándome de mi sueño. ¡Oh rayos! No sé que me pasaba. Me aparto de él y todos comienzan a aplaudir y se acercan a felicitarnos. -Amiga, no puedo creerlo, tienes que decirme que se siente besar esos labios. -¡Cállate Lucia! No sé ni lo que hice. -Pues claro, quien no, hasta yo me lo comería delante de todos. -¡Lucía! -Ya, ya , relájate Molly, ahora eres una mujer casada con el bombón del hospital. -Ay ni que se enteren, no le dirás a Karin sobre esto, ella le contará a todo el mundo y si eso pasa ya no podré ir al hospital. -Deja de exagerar, a lo mucho querrán matarte con la mirada por haberte casado con el hombre de sus sueños.- Se ríe, a Lucia parecía causarle gracia, pero aún seguía confundida por lo que acababa de hacer. ¡Me había casado con un paciente! Y lo peor es que era con el más gruñón que había tenido. -Muchas felicidades Srta Molly. -Ruben yo... -No se preocupe, usted será desde ahora mi ama, la atenderé como alguien más de la familia del Sr Hans. -No Rubén, sigue tratándome como siempre, somos amigos,¿No? además.-Me acerco a su oído.-¿Sabes que todo esto no es más que una actuación, verdad? Él sonríe.-Claro pero mientras dure, debo tratarla como se debe. -Bueno.. Miro de reojo, Lucia algo le está diciendo a don gruñón. -Mas te vale tratar a mi amiga bien desde ahora, ella es muy linda, no tienes idea de lo afortunado que eres, en el hospital hay muchos doctores que se mueren por estar con Molly, si supieras. -¡Lucía!.-¿Pero que pretende esta mujer?.-Me acerco a ellos y la aparto. Hans parecía molesto ya con la situación del casamiento y quién no, casarse solo con una mujer que odias para que no te casen con otra desconocida, pues debería ser algo horrible para él. -¡Auch Molly! -¿Porque le dices eso? ¿No ves lo enojado que está con esta situación? -¿Y? Mejor para tí, así se pondrá celoso de saber que su ahora esposa es pretendida por varios en el hospital. -¿Celoso? Deja de decir bobadas Lucía, ese hombre solo se ha casado conmigo para que sus tías, unas brujas horribles no lo casen con otra desconocida, nada más. -¿Segura que solo es eso? No sé, yo lo dudo. Me di cuenta como te miraba y esa mirada no era de un hombre molesto por besar a su esposa, a mi me pareció que se estaba resistiendo. -¡Ay ya basta! Deja de decir cosas donde no las hay, ese gruñón nunca me vería como mujer, además solo lo estoy ayudando, me va a pagar por esto cuando nos divorciemos. -Bueno, bueno, si es que hay divorcio. Ella se ríe.-¿Que quieres decir? Claro que lo habrá. Esto es solo de mentira, yo voy a casarme con el hombre de mis sueños.-Lo miro mientras digo todo esto.¿Pero a quien quiero mentir? Este gruñón me gustaba y bastante. -¿De tus sueños? Ay Molly, yo que tú estaría más preocupada por como voy a pasar la noche de bodas con él. -¿Noche de bodas?¿De que hablas? -Ay querida,¿De que más? Ya son marido y mujer, recien casados y no me vengas con que es imposible por su condición. ¡Ay no! recién lo pienso, pero es que es imposible. -Ay Lucia deja de pensar en eso, ya te dije que es de mentira, así que no habrá noche de bodas, menos la que tú crees. Sigo mirándolo mientras él habla con el alcalde e imagino como sería hacerlo. Yo sentada encima de él ,sintiéndolo, él tocándome, ya ni sé en qué tonterías pienso. El alcalde se acerca y termina por felicitarnos a ambos, todo termina y se van, no sin antes advertirle a Lucia que mantenga la boca cerrada, si de verdad se enteran en el hospital, soy mujer muerta. Ahora estamos a solas, a Rubén se me ocurrió la gran idea que debíamos pasar solos este día y yo creí que sería solo para almorzar ya que ví que él hizo un gran banquete, pero otra cosa pasó por mi cabeza. -Molly. -¿Que? -Acércate.-Ay no, yo y mi mente retorcida, pienso en lo peor. Respira Molly, respira, seguro me va a llamar la atención por besarlo dos veces, pero no importa, ya estoy acostumbrada a sus llamados de atención. -¿Q-que pasa?¿Quieres almorzar ya? -Es muy temprano para almorzar Molly, más bien,¿Porque estás tan lejos? No voy a hacerte nada si es lo que tu sucia cabeza esta pensando. -¿Que dijiste?Y-yo no estoy pensando en nada malo, tú eres el que lo que está haciendo.-Pero que insolente. -Acércate hay algo que quiero darte. Vamos Molly, no va a pasar nada, él sería incapaz de hacerlo, no te ve como mujer, jamás lo haría, además no puede obligarte. Sí, es imposible. Él debe haber tenido muchas mujeres en su lista, modelos, bailarinas, actrices, va, yo no encajo, estoy fuera de ella. -¿Que quieres darme? Me acerco y veo que tiene un par de cajitas en sus manos. -Toma, una es para tí y la otra lo tendré yo. La tomo sin replicar, la abro. -¿Un anillo? -Sí, le pedí al alcalde que omitiera esa parte, pensé que querrías terminar esto rápido ya que debe incomodarte. ¿Incomodarme? Yo estaba muerta de los nervios y eso que habían solo cuatro personas. -Ese anillo representa que ahora eres una mujer casada y por lo tanto, al menos hasta que mis queridas tías se vayan del país no tendrás nada con nadie, ni un acercamiento ni nada que haga que sospechen que este casamiento es armado. -No te preocupes, me mantendré al margen. -Pues mas te vale.-Dice como gruñendo. ¿Acaso cree que no sé cumplir un trato? Miro el pequeño anillo, tiene un detalle brilloso en el centro, ¿Será un diamante?, no lo sé, y acabados de color dorado. Solo espero que no haya costado demasiado. Se pone el anillo en su dedo y sonríe.¿Sonrío? No ,no lo creo, debo habérmelo imaginado. Él sigue mirando a la ventana, es su pasatiempo después de estar con esa laptop todos los benditos días. -Oye, si deseas algo, me llamas, estaré afuera. Me doy la vuelta, lista para irme, supongo que querrá estar solo, no creo que esto lo detenga de trabajar. -Molly espera. No te vayas.-Voltea su silla de ruedas y me mira , suspira, parece nervioso, ¿Porque será? -Oye,¿Estás bien?.-Me acerco a él y lo miro a los ojos preocupada, si algo le pasa será mi responsabilidad, la Dra Thompson confía en mí. -No besas nada mal,¿De dónde aprendiste? ¿Eh? ¡Pero este tipo!. Recien recuerdo que lo besé ¡Lo besé y dos veces! Me levanto avergonzada, debo tener toda la cara roja. No es que tenga experiencia, solo he besado una vez, a mi primer amor pero aún así, besarlo fue algo diferente y mágico. -P-pues eso no se le pregunta a una dama,¿Acaso yo te pregunto a cuántas mujeres has besado? No verdad, además solo te besé porque debía hacerlo, el alcalde hubiese sospechado. -¿Osea si besaste a otro antes?.-Dice y otra vez esa cara de molesto, ¿pero que le pasa? -No, solo una vez, a alguien que me gustaba, desde ahí no he tenido tiempo para el amor, adoro mi trabajo. ¡Trabajo!.Oh Dios, miro mi reloj. Ya es tarde, vuelvo a ver su rostro y parece que sigue con ese ánimo de querer matar a alguien, creo que no debí decir eso. -Hans tengo que irme, el trabajo... -Molly hoy no vas a trabajar.-Alza la voz cortándome, no digo, está molesto. -¿Cómo dices? -Ya hablé con la Dra Thompson y le expliqué la situación, estarás con una semana de vacaciones adelantadas. -¿Vacaciones adelantadas?¿Pero porque? Espera, no le habrás dicho que... -Sí, le dije que me iba a casar contigo, aunque no me creyó, después le conté la razón y aceptó gustosa darte esos días libres. -¡Que!¡¿Le dijiste que estamos casados?! -Sí,¿Porque?¿Tienes miedo que uno de tus tantos pretendientes se entere que estás casada con uno de tus pacientes? O déjame adivinar, ¿ahí está el hombre que te gusta,no? Este idiota, infeliz, sabía que le creería a Lucía, sin duda está molesto, pero no me importa, soy yo la que debería estarlo, uno queriendo ocultarle a todos en el hospital pero la directora Thompson ya lo sabe. Oh ya me veo muerta. -Para que lo sepas, no me gusta nadie ahora.-Pero que mentirosa soy.- Además él no vive en Londres. Digo y él parece calmarse. Menos mal, por poco y comenzamos otra pelea. Siempre es así, ya no me sorprende, además no estoy mintiendo, mi primer amor dijo que vivía en Nueva York, imposible que esté en Londres. -Lo siento, no debí decir eso. -No, está bien, fue hace mucho. Yo amo mi trabajo, es lo que me gusta. Lo veo suspirar, como tratando de controlar su actitud, esa actitud que no me gusta, pero que lo hace ver lindo. -Molly , por cierto,no sé nada de tí, me gustaría por ejemplo conocer que lugar te gusta. -¿Que lugar me gusta? Pues hay muchos, mi casa en Escocia, ver los amaneceres mientras las estrellas están en el cielo. -¿Escocia? -Sí, ese es el lugar donde nací, crecí y.. Recuerdo el beso que mi primer amor me dió y me pone triste. -¿Y que?¿Dónde está tu novio esperándote? Olvídalo, a ese lugar no volverás. -¿Ah? Mueve su cabeza,¿Que dijo?¿Pero que le pasa?, está diciendo cosas incoherentes.-¿Acaso no hay otro lugar que hayas soñado con visitar desde niña? No sé, París, España o algún lugar de Sudamérica o por último, una isla. ¿Isla? Este hombre está raro, está gritándome, pero pareciera que peleara para controlarse, calma Molly, calma.-Pues, alguna vez soñé con viajar a una de esas islas del caribe, el sol, la arena blanca, las palmeras.-Suspiro de solo recordarlo.-Mi madre soñaba con ir, y pues se convirtió en uno de mis sueños. Papá se la pasaba trabajando tanto para cumplir el sueño de mamá pero... Me detengo, mi madre murió repentinamente y recordarlo era muy triste. -¿No fueron por qué no podían? -No es eso. Costaba demasiado caro. Aunque me juré que algún día llevaría a mi padre a conocer el lugar que mi madre soñaba. Creo que dije de más. Me levanto del asiento.-¿Quieres algo de comer? -Sí.-Me mira, no sé porque pero me hace sentir incómoda.Me miro y recien me doy cuenta que sigo con este vestido. Oh, me quiero morir. -Saldré a cambiarme. -No, esta bien así. -¿Cómo que así? Es incómodo trabajar con este vestido, además se me ve mucho. -Pues nadie te ve más que yo. -¡Tú!.-Si supiera que me muero de la vergüenza de que solo él me vea. Sus ojos valen por mil y mi cuerpo se sentía como expuesto ante él. - Molly hablo en serio, no te quites ese vestido, te ves bien, además no tienes que hacer nada hoy, el almuerzo está listo y no vas a trabajar. ¿Habla en serio?¿Me veo bien para él? -Bien, pero ¿Que hago entonces? -Puedes comenzar por alistar tus cosas, las mías ya están. -¿Mis cosas? no te entiendo. -Iremos al caribe, tómalo como un obsequio de mi parte por lo que ha pasado hoy. -¿Cómo dijiste? -¿Acaso tengo que repetirlo dos veces? -No, no , es que me pareció escuchar que iremos al caribe. -Pues eso es lo que acabo de decir. Alístate, mañana temprano saldremos. ¡Oh santo cielos!, no puede hablar en serio. Desde niña quería ir con mi madre pero ahora este gruñón que ahora era mi esposo me dice que iremos mañana al Caribe, esto debe ser un sueño. -¿Molly? -¿Que?.-Respondo con una sonrisa, es que aún me parecía imposible lo que me decía pero no creo que me esté mintiendo. -Nada, olvídalo, puedes irte. -Claro, mañana estaré temprano aquí. -Molly. -Dime. -Llévate ese saco y cúbrete, esta haciendo mucho frío y viento, no querrás que los hombres se te queden mirando, ¿Verdad? -Cierto.-Pero si estábamos en verano. No hacía frío pero tiene razón, odio que los hombres se me queden viendo como idiotas. Salgo de su habitación, siento como si volara, oh santo cielos, en verdad voy a ir al caribe. Bajo de su apartamento y me despido del guardia, este es un lugar privado, nadie puede pasar a menos que el dueño lo autorice, después de todo esta es una de las zonas más caras de la ciudad, ¿Me pregunto cuánto dinero tendrá Hans? No lo sé, pero de que es rico, lo es. Llego a mi cuartito, muy diferente a la lujosa casa de ese gruñón. Alisto todo lo que tengo, mi ropa de baño, ropa ligera, ay Dios. Cálmate Molly, pero es que parecía una niña que estaba a punto de recibir el mejor de los regalos. Termino de alistar y me quedo pensativa. Es cierto, hoy me había casado con Hans, miro el anillo en su cajita y me provoca algo de tristeza. Él está solito ahora, creo que solo pensé en mí, es cierto, ni siquiera le había servido el almuerzo. Tomo mi mochila con lo poco que tengo y regreso a su lujoso apartamento que más parecía una casa. Entro de puntitas para no hacer ruido pero me lo encuentro en la sala, parece leer algo, una carta o un papel. Apenas me ve, lo esconde. -¿Molly?¿Que haces aquí? Pensé que vendrías mañana. -Sí, pero hoy es nuestra primera noche de casados.-¿Pero que digo? Suspira, guarda esa carta pero sin quitar sus ojos encima de mí.-Ven, siéntate aquí. Me acerco a él con un poco de temor y me siento a su altura, no debería,ya hemos estado solos varias veces pero es que ahora era diferente. -¿No te has quitado el vestido? -Bueno, es que dijiste que me veía bien así y como estaba con este abrigo pues... Siento su mano en mi mejilla, me acaricia, esto no es bueno, ¿Porque está haciendo esto? Me pone muy nerviosa, además esos ojos que me miran, es como si me desnudara con la mirada.¡Oh Dios!, no creo soportar mucho, Molly piensa en algo, piensa. -I-ire a servir la cena, tengo mucha hambre, ¿T-tu no? Me levanto y voy a la cocina, no escucho nada de nada, solo el sonido de mi corazón latiendo a mil, pero,¿Porque hizo eso? Pareciera que iba a besarme. No, imposible Molly, ese hombre te odia, no le caes, solo te eligió porque le dije a sus tías que era su esposa, nada más. No sé cómo, pero termino sirviendo el almuerzo. Lo miro, está serio, va a gritarme de nuevo. -Sí tengo hambre, almorcemos.-Dice y acomoda su silla de ruedas al comedor. ¿Ah? Esta haciendo como si no hubiese pasado nada, pero ¿Que quiso hacer? -¿Molly vas a quedarte con los platos ahí parada como una tonta o vas a venir a almorzar? Y ahí está su llamado de atención, debí suponerlo. Llevo los platos y almorzamos en completo silencio. Yo aún con este vestido que ni se porque le hago caso a este gruñón y él está como pensativo.¿Que planea? Terminamos, me llevo los platos y con el sol ya puesto, creo que debo terminar este día. -Hans, me iré a .... -Ven a mi habitación Molly.-Dice y mueve su silla de ruedas hacia su cuarto. Ni siquiera me dejó terminar de hablar.¡Este gruñón! Abre su puerta y entro. Él está sentado, mirándome.Esto me está poniendo más nerviosa. -¿Puedes ayudarme? -Claro.-Me acerco y lo ayudo a apoyarse a la cama, ya estaba acostumbrada a hacerlo, ya que había recuperado la movilidad de su brazos y manos pero esta vez se sentía diferente, mi cuerpo estaba extraño, su cuerpo chocando con el mío, oh Dios, esto estaba mal, debo salir de aquí. -Listo, creo que ya me voy, dijiste que mañana debemos salir temprano, así que.. -¿A qué le tienes miedo Molly? -¿Miedo? a nada. -¿Entonces porque estás huyendo de mí? Yo no muerdo. No muerde pero ladra. -Yo no estoy huyendo Hans, es solo que estoy cansada, el sol ya no está y mis ojos pesan así que ya quiero ir a la cama. -Entonces quédate aquí, en esta cama. Me quedé pensativa creyendo que de nuevo había oído mal. -No te haré nada si es lo que tu cabeza está pensando ahora.¿O acaso tienes miedo de que pase algo?.-Sonrie, esto a él le parece gracioso. -No tengo miedo, de acuerdo. Este gruñón está retándome, pues bien. Voy a demostrarle que no le tengo miedo, además no se va a atrever a hacerme nada, si es que yo no le hago nada antes a él, ¡Pero que pienso! ¡Molly tonta! Borra esos pensamientos, bórralos, pero es que verlo con esa sonrisa de burla parecía un Dios, tan perfecto, tan lindo, me moría por besarlo de nuevo pero eso solo sería aceptar ante él que me gusta y no puedo permitir que él lo sepa ya que en algún momento nos vamos a separar y eso va a ser muy doloroso para mi corazón. Lo siento, pero debía ser fuerte y arrancarlo antes que de verdad me enamorara más, si Molly, no va a pasar nada, te echas, cierras los ojos y te duermes, punto.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD