MI OBSESIÓN © VOL. II

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—No me importa que sea el novio de mi hija, pero no lo quiero cerca de ella—¿qué carajos?

—¿Qué mierda dijiste papá?—le grito y el giro de inmediato sorprendido

—Su....... Susy, yo....... yo estaba, bueno yo les decía.......—lo interrumpí

—Ahórrate las explicaciones, ya entendí perfectamente todo—me doy la media vuelta y él me sujeta de inmediato

—No te vayas así, no es lo que tú crees, hija, estás en un error—me safo de su agarre, lo veo con mucho enojo y ganas de llorar

—¿No es lo que creo? ¿Entonces dime que mierda es?—alzó la voz llamando la atención de los demás que se encontraban cerca de nosotros

—Cuida tu tono de voz, soy tu padre—me dice autoritario sujetando mi brazo con fuerza

—¿Qué clase de padre le arruina la vida al futuro esposo de su hija?—forcejeo con él, ambos estamos causando mucho alboroto

—Mira Susy, más vale que te calmes porque.......—interrumpe mamá

—¿Qué pasa con ustedes? Sus gritos se oyen hasta la sala—nos mira a ambos, ella está confundida por nuestras actitudes, no es normal en mí discutir con mi padre

—Que te lo explique papá—me solté del agarre de mi papá, él estaba nervioso

—¿Qué sucede Thomas?—lo mira mamá preocupada y él me ve de reojo

—Nada Maríe, no es nada, simplemente tu hija se puso histérica porque le dije que la mandaría lejos de Harpers Ferry—de inmediato lo veo a los ojos, ¿pero qué está diciendo?

—Pero, ¿por qué harías eso Thomas? Ella nos necesita, no puede irse así en su estado—mamá me toma de los hombros

—Es por su seguridad, Maríe—me lanza una mirada victoriosa, maldita sea, esto no puede pasar

—Eso jamás, ya soy mayor de edad, estoy comprometida y esperando un hijo, tú no vendrás a darme órdenes, no me parece que tomes esa decisión por mí, papá—alzó de nuevo la voz

—Vives bajo mi techo y obedecerás mis reglas—me mira desafiante

—¡Perfecto! En cuanto Beck se mejore, nos iremos de la casa—fue mi última palabra y me fui con los chicos

Estoy en la sala de espera junto con los chicos, limpie de inmediato, mis lágrimas, no quiero que me cuestionen que paso allá afuera, mamá y papá regresaron del pasillo y papá solo se dedicaba a mirarme enojado, estoy desconociendo a mi papá, lo ignore por completo, no quiero seguir lidiando con esto. Por fin salió el médico, me pare enseguida para que me dijera que estaba pasando con Beck

—¿Familiares del joven Blummer?—me acercó hasta él, junto con los demás, ha excepción de papá

—Soy su prometida, ¿cómo está el doctor?—mis nervios se hacen presentes

—Bueno, el joven tuvo hemorragias internas, dos costillas fracturadas y la pierna rota—por Dios, pobre de Beck

—Pero, ¿él estará bien?—pregunto nerviosa

—Él está bien, solo está sedado para que el dolor no sea muy fuerte, se encuentra en observación—grandioso, creo que el momento cruel ya paso

—¿Puedo pasar a verlo?—él asiente y le agradezco

Rápidamente, fui hacia donde él estaba, entre y se veía todo golpeado de su bello rostro, así dormido se ve tan angelical, como si fuera un humano totalmente. Bese su mejilla y después sus labios, él hizo un gesto al sentir mis labios, posiblemente me sintió. Me senté y tomaba de su mano, no puedo dejar de pensar en papá, ¿por qué haría esto? ¿Acaso él ya sabe la verdad sobre Beck? Pase unos largos minutos con Beck, sentí que su mano la movió y lo mire enseguida, deseo que este despierto y me pueda decir que fue lo que paso en realidad

—¿Beck? Cariño, aquí estoy—digo feliz al verlo abrir sus bellos ojos—Ya todo paso Beck—contuve el llanto, no podía llorar frente a él—No sabes la felicidad que siento al verte—beso sus labios y él gruñe, se quiere mover y no puede, esto no está bien, salgo de inmediato pidiendo ayuda, tal vez yo estoy exagerando, pero aun así no me gusta nada de lo que está pasando, corrí por los pasillos, el doctor iba tras de mí—Si, él se quejó y no podía movers.......—entre a la habitación junto con el doctor, pero Beck ya estaba sentando—Beck, ¿qué demonios haces?—el doctor se acercó a él acostándolo

—Quiero irme, no quiero estar aquí—dice Beck un tanto fastidiado, pareciera como si ya nada le doliera

—No Beck, no puedes, debes estar aquí—trato de calmarlo y él asiente inconforme, el doctor lo evaluó y se dio cuenta de que todo estaba bien, el salió

—Mira nada más como te dejaron, mi amor—acaricio su mejilla y mis ojos se cristalizaron

—Ya todo paso Susy, no pudieron conmigo—sonríe adolorido

—¿Quién te hizo esto Beck? Dime la verdad—borro su sonrisa y desvía la mirada—¿Beck?—hago que me mire y es inútil—Por amor de Dios, dime que......—entraron a la habitación

—Hola amigo, ¿cómo estás?—entra Chris saludando con cuidado a Beck

—Todo bien—ríe de lado, yo aún estoy sería

—¿Quién te hizo esto amigo?—vaya, al parecer no soy la única que insiste

—Eso no importa—dice Beck de lo más tranquilo

—Pero no lo entiendo amigo, siendo tu un ser poderoso y maligno, ¿cómo es que permitiste que esto pasará?—concuerdo con él

—No valía la pena—esto no está bien, no tiene sentido

—Por favor Beck, ya deja de encubrirlo, ¿fue papá quien te hizo esto?—Chris me ve sin creerlo y después mira a Beck esperando una respuesta

—¿Eso es cierto?—pregunta Chris y Beck no nos mira

—¡Lo sabía! Tu silencio lo dice todo Beck, papá te hizo esto—solté el llanto

—¿Qué fue lo que dijiste Susy?—giramos y ahí estaba mamá, apenas entrando al cuarto, con sus ojos humedecidos