—Se trata de Marcus—esto si no me lo esperaba
Me quedé sin habla, parecía que mi mente y vista se quedarán en blanco, no sé por cuanto momento dure así, sentí esas manos que antes adoraba tocarme las manos, me daba un ligero apretón, creo que si me quede perplejo, no reaccionaba hasta que ella me apretaba más las manos
—¿Beck? Beck, ¿estás bien?—pregunta Elisa sacudiéndome, reaccione y quite mi mano de su agarre
—Estoy mejor que nunca—tomé mis cosas y salí de ahí
Chris al parecer se fue por su cuenta y no me espero, creí que se quedaría, esto no puede ser, de nuevo aparece ese malparido de Marcus a joderme la vida. Manejo hasta casa pensativo, quiero olvidar lo que Elisa dijo, pero es inevitable. Llegue a casa y entre, necesito mantener una postura normal y tranquila, no quiero hablar sobre lo que hable con Elisa, no quiero preocupar a Susy, espero poder disimular y que ella logre creerme
—Hola, amor, miren niños, quien llegó—dijo Susy sonriente, levantando con cuidado la manita de Logan y del otro lado a Layla
—¡Hey! ¿Cómo se portaron mis diablitos?—deje las cosas en el sofá y llene de besos a mis hijos
—Te ves agotado amor, ¿estuvo duro el trabajo?—pregunta Susy cargando a Logan
—Algo amor, pero todo bien—cargaba a Layla, si supiera realmente lo que pasó
—Amor, sé que estás cansado, pero, ¿podrías ayudarme a bañar a los bebés? Mamá no está y no sé cuanto tarde—hizo leve puchero y reí
—Por supuesto amor y después nos bañamos tú y yo, ¿qué dices?—dije besando el lóbulo de su oreja
—Pero solo nos bañaremos, ¿de acuerdo?—esto es una tortura
—¿Solo eso? Así que chiste—ella se río y enseguida yo
Subimos a la habitación de Susy o más bien nuestra, ya que ahora duermo aquí. En fin, Susy se encargó de bañar a Layla y yo a Logan, no fue tan difícil como yo lo creí, aunque si tenía temor de ahogar a mi propio hijo, mis enormes manos ayudaban a que no se resbalara tanto. Ahora fue nuestro turno, tenía tantos deseos de hacer mía a Susy, pero ella aún no está lista completamente y es una tortura para mí. Salimos de la ducha y los pequeños dormían tan tranquilos, el baño pareciera que los ayudo a dormir
—Amor, quería preguntarte algo—dijo Susy mientras veía a los niños dormir
—Dime amor—la tomé del brazo, sentándola con cuidado en mi regazo
—Anoche que fuimos al bosque e hicimos lo que hicimos, ¿crees que los niños tendrán que hacer eso algún día?—pregunta curiosa mordiéndose las uñas
—Pues si ellos tienen mis genes, eso es lo más probable amor—quite su mano de la boca
—¿Y crees que ellos deben saber que te conviertes en Hellbe?—no pude evitar reír
—Claro que si amor, soy su padre y deben saberlo—aún me río y ella me da un codazo
Bajamos a la sala, dejamos a los pequeños en su cuna dormidos, el pequeño Willy se quedó ahí con los niños, cuidando de ellos, creo que los mellizos duermen más de lo normal. Veíamos una película, la mamá de Susy había llegado con el mandado, el señor Thomas aún no llegaba, Chris llegó junto con Aaron, ellos se sentaron a lado nuestro para ver la película y robar de nuestras palomitas, oímos el llanto de los niños
—Iré por ellos—se iba a parar Susy
—Tranquila, yo voy por ellos—la deje que se sentará, me pare y camine directo a la habitación
Como pude cargue a ambos y los lleve conmigo a la sala, Aaron inmediatamente pidió cargar a Logan y Chris a Layla. Llegó Gina y se unió a la guerra de besos y abrazos hacia los bebés, sin duda alguna mis hijos son muy queridos por todos, esto me alegra demasiado, que ellos reciban mucho amor por todos. Ahora el señor Thomas y la señora Marie cargaban a Layla y Logan, pareciera que se están turnando a ver quien carga a quien, después de un largo rato, Susy y yo nos terminamos quedando solos con los mellizos
—Oye amor ahora que recuerdo, se acabaron los pañales, ¿crees que puedas ir al súper a comprarlos?—dice sonriendo tan hermosa
—Lo que sea por mis bebés—tome las llaves del auto y salí de casa, llegue rápidamente al súper, compre los pañales y de paso unas cosas que puedan necesitar los mellizos, cuando pase a caja delante de mí iba Elisa, lo que me faltaba, retrocedí e iba a otra caja pero fue demasiado tarde
—De compras, ¿eh?—dijo en tono sonriente
—También los hombres hacemos las compras—dije rodando los ojos
—En fin, aún tenemos una charla pendiente—tomó sus cosas y se fue
—Si claro, hay que hablar en el parque y hacer un pícnic—dije en tono sarcástico
Cuando salí del súper, fui al auto, pero algo me hizo que me quedará sin movimiento, visualice a la lejos que un chico que hablaba con Elisa, él estaba de espaldas, no veía bien su rostro pero parecía Marcus. Me subí al auto, por el retrovisor los miraba, espere a que se fueran y me eche andar. Durante el camino miraba hacia los lados y me encontré a Elisa, caminando sola hasta su casa, con sus cosas del súper, me frené a un lado de ella
—Lindo auto—dijo mientras se asomaba por la ventana
—Súbete—dije sin mirarla y ella obedeció
—¿Y ahora que pretendes?—me miraba, pero me limitaba a verla
—Quiero ponerle fin a todo esto—de nuevo comencé a manejar, detuve el auto cerca del bosque
—Te escucho—dijo ella seria
—¡No! Más bien yo te escucho a ti, ¿dime que mierda pretendes con ese maldito?—la veo ahora a los ojos, molesto
—¿Qué? ¿De qué me hablas?—arruga la frente y me ve sorprendida
—No te hagas, te vi con él hablando cuando saliste del super—aún la veo molesto
—Sí que eres increíble—soltó una risa y suspiro
—¿Qué es lo gracioso?—ahora si me está colmando la paciencia
—En primera, no pretendo nada malo y en segundo no era Marcus—¿qué cosa? Pero si yo aseguré haberlo visto
—No puede ser, pensé que era él—digo un tanto confundido
—Estás equivocado, no era Marcus y te diré por qué—ahora me tiene en suspenso
—Pues hazlo ya—dije autoritario
—Marcus se mudará de nuevo a Harpers Ferry—esto no puede ser—Y con planes de destruirte por completo—maldito infeliz, golpeó el volante molesto