—Hey, ¿qué pasa?—la miro divertido y su mirada se desvía a la entrada del Hospital, mi expresión cambia de inmediato
—¿Qué hacen ellos aquí?—pregunta Elisa al ver a Carl y Lucas
—¿Quiénes son Beck?—pregunta Chris, ya que mi mirada se había desplazado a ellos—¿Beck?—no respondo y siento un leve codazo por parte de Elisa
—Ellos son unos.... unos vecinos—dijo Elisa, yo me limitaba a hablar
—Pues parecen asustados en cuanto te vieron amigo—palmeo mi espalda, con una risa
—Iré hacia ellos—dije fulminándolos con la mirada, no sé en que maldito momento me olvide que faltaban esos dos, nunca me percate de que ellos ya habían huido
—¿Crees que es el momento?—pregunta Elisa en voz baja, sé a lo que ella se refiere, pero no me importa
—Ellos están aquí, es el momento—no apartaba la mirada de ellos
—Vayan afuera, aquí es riesgoso de que los demás se enteren—dijo Elisa y yo asentí
Camine hasta ellos, pero primero deje a Layla con Elisa. Jamás me había percatado de que ellos desaparecieron durante el ataque, no sé que tramen y no sé que quieran, pero juro que los haré picadillo, si se atrevieron a aparecerse aquí es por qué desean matarme y a mi familia, pero no se los voy a permitir. Me acerco hasta a ellos tomándolos por los hombros con fuerza y llevándolos a la salida, los sujetaba de las muñecas
—¿Qué quieren? ¿Por qué demonios estás aquí?—pregunté molesto—Dije, ¿qué, que quieren?—volví a preguntar, ya que ambos se miraban nerviosos
—Nosotros..... nosotros lo sentimos...—¿que cosa? Debe ser una estúpida broma
—Y yo siento matar a sus amigos—dije con sarcasmo—Ahora escuchen insectos, más vale que desaparezcan de mi vista porque los mataré, ahora estoy ocupado en Susy, pero no me olvidaré de acabar con ustedes, pudieron escapar, pero no para siempre—apreté con fuerza sus muñecas
—No, no, por favor, no lo entiendes—dijo Lucas adolorido, tratando de zafarse del agarre
—Más bien ustedes no entienden, volvieron a joderme y con lo que más amo—dije molesto y con un nudo en la garganta
—Nosotros no quisimos hacerlo—respondió ahora Carl, esta vez en un grito
—¿Y qué? ¿Los obligaron?—lo dije en tono burlón
—De hecho si, así fue—menciono Carl, agacharon la cabeza, esto es un truco
—A mí no me van a engañar, ahora aléjense de mi vista o ya sabrán las consecuencias—los solté y estos tocaban sus muñecas
—No es ninguna engaño, por eso estamos aquí—me di la media vuelta
—Púdranse, pronto me las veré con ustedes—camine hasta la entrada del Hospital dejándolos sin palabras, al entrar, unos médicos estaban con lo demás, me escandalice al pensar en algo malo, pero fueron buenas noticias, Susy había despertado y podían pasar a verla, sin pensar más entre primero a verla, ella se veía bien, tenía buena actitud
—Hola amor—me acerqué hasta ella, uni mi frente con la suya
—Hola amor, ¿y los bebés?—sonreí ante esa noble pregunta
—Ellos están a salvo amor, todo se acabó—ella sonrió débil, es lógico que no le mencione sobre Carl y Lucas
—¿Y tu amor? ¿Cómo estás? ¿Te lastimaron mucho?—me visualiza de arriba abajo
—Estoy bien, me puedo recuperar rápido, la que me preocupa eras tú—dije acariciando su mejilla y besando sus labios—Tenía miedo Susy, miedo de perderte por mi culpa—mi semblante cambio
—Nunca me perderás amor, siempre estaré contigo, estaré por muchos años fastidiando, además, no fue culpa tuya, ellos te atacaban, no podía dejar que ellos hicieran eso—reímos en unísono al haber dicho eso—Amor, ¿mis padres están aquí?—pregunta de repente
—Tu madre, Chris, Gina y Ryan, tu padre viene en camino y Elisa también, amor, tuve que inventar otra cosa de lo que pasó, no les dije la verdad—la miro preocupado y ella sonríe asintiendo
—Amor, ¿qué pasó con Marcus?—pregunta temerosa
—Está muerto, amor—sonreí y ella suspiró, creo que a pesar de todo, ella le había tomado cariño a él
—¿Que sucede Susy?—note que se puso triste
—Yo lamento lo que hice, confíe en él, no creía que era ese Marcus del que hablabas, pensé que sería mucha coincidencia en que fueran la misma persona, no sé si fingió todo, pero, se portó amable, incluso él rescato a los mellizos aquel día en que la carriola avanzo sola, agradezco eso, pero, mira todo lo que ocasione por no decírtelo—unas cuantas lágrimas salen de sus ojos
—Oye, eso no importa Susy, él nos engañó, él con sus planes de joderme y perjudicarme, pero ahora todo está bien—limpie sus lágrimas y me regaló una sonrisa, mi estadía en la habitación no duró mucho, le harían una revisión para saber como está evolucionando, al parecer no se sabe cuando la darán de alta, será bastante jodido para mí, pero no importa, salí y entró la señora Marie y Gina, la ventaja de hoy, es que descanso en el trabajo
—Oye Beck, si necesitas apoyo en cuidar a los pequeños o estar aquí, sabes que cuentas conmigo—oí decir a Elisa mientras yo tenía a Logan en brazos
—Gracias Elisa, te debo una, pero deberías ir a atenderte, esos idiotas te dejaron mal—sonreí de lado, ella asintió
—¿Y ella quien es?—se acerca Chris junto a Ryan
—Ah, ella es una amiga, se llama Elisa—Chris toma de su mano besando sus nudillos, ella se ruborizó
—Es un gusto señorita—dijo en un tono coqueto, no pude evitar reír
—Igualmente—dijo ella tratando de no titubear
—Yo soy Ryan—extiende su mano, pero sin hacer el mismo acto que Chris
—Un placer—dijo sonriente
El tiempo transcurre en el hospital, el señor Thomas llegó y entró a verla, Ryan y Gina se fueron, Elisa aún permanecía aquí, se había hecho sus estudios, no era tan grave, solo unos hematomas más, pienso que ella debería ir a casa a descansar. Ya era noche, yo me quedaría con Susy toda la noche, la señora Marie me apoyo en cuidar a los mellizos. Todos se fueron a excepción de Elisa
—Creo que ya es tarde para que aún permanezcas aquí, aun estás delicada de salud—dije mirándola
—Me quedaré contigo—dijo sonriente y muy positiva
—No es tu obligación Elisa, debes ir a descansar—ella me miraba atenta
—Ya sé que no lo es, pero quiero apoyarte—vaya, no esperaba que ella fuera tan accesible, se lo agradezco
—Gracias Elisa—sonreí leve y ella igual
—No es nada Beck—ella se recargó en mí, no le tome importancia
Nos metimos a la habitación de Susy, ella estaba dormida, por suerte había un enorme sofá cómodo, nos sentamos ambos en el y la verdad el sueño me estaba consumiendo, me recargué en las piernas de Elisa y me quedé profundamente dormido. Ya era de día, estaba yo acostado en el sofá, me desperté y ya no sentí a Elisa, la mire parada a un costado de Susy y con una almohada en sus manos, me pare de inmediato
—¿Que demonios estás haciendo?—alce la voz y ella asustada me vio