MI OBSESIÓN © VOL. II

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—¿Qué sucede?—me levanto de donde estaba, Beck intentaba pararse, lo ayude y Ryan igual, seguimos a Chris

—Mira lo que hay ahí—señalo y entre los arbustos había una bolsa enorme, pareciera que había un cuerpo dentro

—¿Qué demonios? Pero que....... ¿qué sucedió? ¿Qué puede ser eso?—miro a Beck, pero es inútil que el haya sido

—Hay que llamar a la policía—sugirió Gina espantada, a lo igual que los demás, pues no es común encontrarse algo así, o menos al menos eso creo

—No sería lo indicado, pensarían que fuimos nosotros—dice Chris mirándonos

—¿Por qué no le dicen a tu papá?—sugiere Ryan, él tiene rodeando de los hombros a Gina, esta muy nerviosa

—Ahora lo haré—dijo Chris tomándome del brazo y lo mismo con Beck, Ryan y Gina se fueron a cambiar de ropa, nos quedamos los tres solos—¿Me quieren decir que fue eso?—dice con voz baja evitando que los otros escucharán

—¿Piensas que fuimos nosotros amigo? Porque eso es absurdo, yo no he podido salir de cacería, además no dejó rastros de mis presas, solo en algunos caso, pero no me tomaría el tiempo de envolverlos en bolsas—dice Beck, algo molesto

—¿Y tu Susy?—me ve Chris

—¿Cómo crees eso? Yo no haría nada de eso—digo molesta

—En fin, hablaré a papá—saca el teléfono y se retira a hablar

Esperamos unos minutos, no me separe ni un momento de Beck. Los chicos se cambiaron, no pudieron disfrutar de la cascada. Pasaron unos largos minutos, ya los chicos habían levantado todo, llegó papá en compañía de unos oficiales, Chris se acercó a él y le está explicando, pero papá nos lanza miradas, de seguro piensa que fue Beck. Ellos se van a la escena del crimen, Beck y yo ya estábamos cansados y Chris pareció notarlo

—¿Quieren que los lleve a casa?—ambos asentimos—Vengan, los llevaré a casa, Gina vendrá con ustedes—miro hacia atrás mientras caminamos, veo que aun papá nos ve

—¿Y Ryan? ¿Por qué no viene?—pregunta Beck

—Él y yo nos quedaremos a declarar, papá evitó que tú y las chicas no se involucraran—señala a Beck y después a mí, vaya, ¿qué le pasa ahora a papá?

Subimos al auto de Chris, entre Ryan y Chris ayudaban a subir a Beck. Llegamos a casa, ya se estaba oscureciendo, me preocupa en que Ryan y Chris pasen un mal momento. Mamá ya estaba haciendo la cena, Beck y yo nos quedamos, Gina no tenía mucho apetito y se subió a su habitación, Beck y yo nos quedamos aquí, ya que papá no estaría. Terminamos de cenar y nunca le comentamos a mamá lo que vimos, subí junto con Beck a mi habitación

—¿Que crees que haya sido nena?—dice de repente Beck

—No lo sé, la verdad está para dudar, ¿hay alguien más como tú que haga eso?—lo miro a los ojos

—No lo creo nena, solo sé que soy yo el único ser de oscuridad—se ve pensativo

—Pues esto es súper raro, lo que temo es que papá........—me interrumpe

—¿Que piense nuevamente que soy yo?—vaya, parece que lee la mente, yo solo asiento—Descuida nena, el no dirá nada, ya que tú estás molesta con él—tiene razón

Nos acostamos hasta quedarnos profundamente dormidos. Me desperté y miré a mi lado y Beck no estaba, ¿ahora a dónde carajos se pudo ir? Me levanto y miro alrededor de la habitación y no hay nada de él, voy al baño y tampoco hay rastros de él, salgo de la habitación, baje las escaleras, logré divisar un ruido en la cocina, todo está oscuro, sentí un leve miedo, caminó con cuidado y escucho que algo cae, solté un grito, mire a Beck parado en el refrigerador, carajo, ¿cómo logró bajar y estar aquí?

—Maldición Beck, me espantaste, ¿que demonios haces aquí?—me acerque hasta él

—Tenía hambre, mi estómago no paraba de hacer ruido—dice serio

—Debiste decirme, tú aún no estás bien, ¿no te das cuenta de que esa pierna la tienes muy mal?—aunque en sí, ya lo veo mejor

—No quería molestarte nena, estabas plenamente dormida, la pierna duele, pero puedo soportar la molestia—acaricia mi mejilla y me sube a la mesa—Sabes, tengo antojos—dice de lo más serio

—¿Así? ¿Antojo de qué?—al parecer a él también le afecta el embarazo

—Tengo antojo de hacerte mía nena—me besa el cuello logrando erizar mi piel, como él solo puedo hacerlo

—Aquí no Beck—intento pararlo, pero es inútil

—Déjame sentirte nena, quiero oírte gritar mi nombre—este hombre es tan atractivo, no puedo resistirme, él me atrae demasiado

—Lo haremos hasta que estés bien—hace un leve puchero—Hablando en serio Beck, no puedo dejar de pensar que es lo que provoco que estuviera esa enorme bolsa negra en las cascadas—digo preocupada

—Debes estar tranquila nena, porque la persona mata y come humanos, está aquí contigo—besa mis labios

—Es cierto, eres mi hombre de oscuridad de ojitos bailarines—me reí y él fingió ponerse serio

—No me digas así Susy—me reí de nuevo y el igual—Soy tu sexy hombre Hellbe—lo último lo dijo en canto

—¿Que tú eres quién?—era mamá entrando a la cocina