MI OBSESIÓN © VOL. II

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Narra Beck

Cuando Susy me dijo que vendría su dichoso amigo a la casa, no me dio buena espina, sé que ella es de muchos amigos, pero hay algo en este que no me agrada, aún ni lo conozco y tengo un presentimiento. Al llegar del trabajo, subí a darme una ducha, los bebés dormían plácidamente en su cuna, escuche que Susy grito, con cierta pereza me levanto de la cama y baje a la cocina, todos estaban ahí y ese tipo

—Tú....— escuché aquella voz que aborrezco, apreté los puños con fuerza, el ambiente se tensó

—¿Amor?— escuché decir a Susy tocando mi mano

—Lo siento, no me siento bien—me pare de la mesa sin quitarle la mirada a Marcus

—Amor, no seas grosero, toma asiento—dijo Susy tratando de ser amable

—No estoy bien—dije alzando la voz y fui a la habitación, cerrando la puerta con fuerza y enojado

Esto no puede pasarme, todo iba tan bien y siempre llegan a joderme la existencia, supongo que es una especie de karma, por todo lo que yo vengo a hacer en este planeta. El llanto de Layla se hizo presente, Logan se encargó de hacerle segunda, no les prestaba atención por estar pensando, caminaba de un lado a otro, el ruido en mi cabeza, los llantos de los mellizos me están poniendo loco, es como si todo se acumulara dentro de mí

—¡Basta ya!—dije en un grito, calmando a los mellizos

—¿Qué te sucede?—escuche a Susy entrar a la habitación molesta

—Mi cabeza va a estallar y ellos no dejan de llorar—me tocaba la cabeza señalando a los bebés

—Pudiste cargarlos—ella se iba a acercar, pero me pare frente a ella

—¿Qué haces?—la cuestione serio

—¿Tú que crees? Los llevaré conmigo abajo—está loca si cree que lo permitiré

—Tú no iras con mis hijos, haya abajo, no quiero que ese chico esté cerca de ellos—dije oponiéndome

—¿Qué? ¿Qué te pasa? No haré nada malo y también son mis hijos—dijo intentando hacerme a un lado

—No te los llevarás, Susy, retrocede—me transforme en Hellbe, la mire fijo, cambie mis ojos a blancos, ella se quedó quieta, como en trance, es mejor por ahora—Lamento hacerte esto, pero no dejaré que los expongas—sus ojos pasaron a ser blancos y después cerro los ojos, la acosté en la cama

De nuevo tomé mi forma humana, cargue a los mellizos, junto con un bolso, donde se guardan sus cosas. Salí de casa por el ventanal, tengo práctica en hacerlo, ahora no se ha donde recurrir y tener a salvo a mis hijos, Marcus debe de estar tramando algo y no me agrada para nada. No puedo llegar a Ryan, vive a lado, Jack y Marlon la dirían a Susy, mi último recurso es Elisa, tal vez me estoy arriesgando mucho, pero se me agotan las opciones. El auto no lo utilice por motivos de que se darían cuenta, tuve que caminar hasta casa de Elisa, pero puedo resistir el llegar hasta ella con los mellizos entre mis brazos. Por fin llegue, toque dos veces la puerta y al fin abrió

—¿Beck?—me ve de arriba abajo y después a los bebés—Entra, deja, te ayudó—iba a cargar a Logan, pero decidí darle mejor el bolso—¿Qué ocurre?—dijo mientras yo me sentaba en sofá y acostaba a los mellizos

—Todo está mal Elisa, muy mal—me limitaba a verla a los ojos

—¿Por qué lo dices?—se acercó para cobijar a Logan y Layla

—Marcus apareció y en mi casa—dije serio y ella me ve de inmediato—Al parecer Susy lo conoció en el parque y se hicieron amigos, obviamente Susy no sabe quién es él y él no sabe quién es ella—suelto un bufido, me siento frustrado y molesto

—Pero, ¿y por qué trajiste a los bebés? ¿Y Susy?—dijo sentándose junto a mí, intentando verme bien, pero con el collarín no puede mucho

—Ella los quería tener cerca de él, no podía permitirlo, ella insistía y tuve que dejarle en un tipo trance—obviamente regresaré por ella—Solo quería mantener lejos a mis hijos de Marcus, ahora iré con Susy y decirle lo que ocurre—me paré del sofá

—Claro, tú ve con ella y arreglen este asunto, yo me encargo de cuidarlos—vaya, la verdad creo que ella habla en serio

—Te lo agradezco, por favor cuídalos bien Elisa—la miro fijó y ella asiente, salí de su casa camino a la de Susy, durante el camino miraba a todos lados con precaución de no toparme con nadie desagradable, llegue a casa, entre por el ventanal y aún estaba Susy acostada, me acerque a ella despertándola

—¿Susy?—tocaba su rostro y ella abría lentamente los ojos

Que... ¿qué me pasó?—pregunta aturdida

—Amor, es algo serio lo que está pasando—la miro a los ojos y ella mira hacia la cuna

—¿Y los bebés? ¿Dónde están Beck?—dice alterada

—Tranquila, amor, ellos están seguros, escucha, ese chico que trajiste fue el mismo que me lastimó junto a su estúpido club de rebeldes—Susy me ve asombrada

—¿Qué? Yo no... no lo sabía amor, él se portó muy lindo y amable, jamás pensé que fuera del mismo Marcus del que hablabas, sabía que...—la interrumpo

—Tranquila, amor, ahora hay que estar alertas—hago que se ponga de pie

—Es que cuando él me dijo su nombre no pensé que fuera el mismo Marcus, de verdad me pareció muy lindo y amable, lo siento amor, fui una estúpida—iba a comenzar a llorar

—Descuida amor, sé que no te diste cuenta por qué obviamente nunca lo conociste, pero ahora hay que proteger a los bebés y acabar con esos rebeldes—ella asintió

Al decirle el dónde estaban los pequeños hizo mueca, sé que no lo agrada, pero era mi única salvación. Salimos de casa sin que se dieran cuenta, caminamos lo más pronto posible hasta casa de Elisa. Al llegar toque dos, tres y cuatro veces y no obtuve respuesta, esto no me está gustando, retrocedí golpeando la puerta y el interior se encontraba en completo desorden, ¿qué paso aquí? No fue mucho el tiempo que me fui de la casa de Elisa, esto está hecho un desastre

—¡Elisa!—gritaba al interior de la casa, caminando con cuidado, todo estaba tirado—¡Elisa!—volví a gritar, pero nada—Eli....—iba a gritar de nuevo, pero la vi tirada en el suelo inconsciente y con más golpes, corrí hacia ella haciéndola despertar—Elisa, que... ¿qué demonios paso aquí?—pregunto temeroso

—Ellos... ellos se llevaron...—decía con la voz entrecortada

—¿Ellos?—pregunta Susy angustiada

—Ellos se llevaron a los bebés—dijo soltando un suspiro

—¿Quiénes?—ahora pregunto desesperado

—Los rebeldes—maldita sea, mis hijos no, ellos no