—Los rebeldes—maldita sea, mis hijos no, ellos no
—Amor... amor, ¿qué haremos? ¿Dónde podrán estar?—pregunta Susy, con lágrimas en sus ojos
—Yo me encargo de eso—digo bastante enojado, Susy ayuda a Elisa acostándola en el sofá—¿Dime que pasó Elisa? Tú.... tú tuviste que ver con esto, ¿verdad?—me acercó peligroso a ella, fulminándola con la mirada
—No Beck, yo no hice nada, al contrario, los protegí, pero ellos pudieron conmigo—dijo con dificultad
—Entonces, ¿qué pasó?—pregunto demasiado molesto
—Cuando te fuiste, les fui a preparar un biberón, escuche un golpe en la ventana, me asome y no vi nada, regrese a la cocina y de nuevo escuche ese golpe, comencé a asustarme, así que fui por los bebés y los cargue—dijo algo agitada—Fui a la parte de arriba, me encerré en la habitación, escuche que golpearon la puerta principal, me asuste, cargaba a los bebés, después abrieron de un golpe la puerta de la habitación, entro uno de los rebeldes—ella hizo una pausa—Detrás de él entro otro y me jalonaron intentando quitarme a los mellizos, mi fuerza se acababa, lograron quitármelos, la chica que estaba con ellos se los llevó y ellos comenzaron a golpearme hasta dejarme inconsciente—unas lágrimas pasaron por sus mejillas
—Amor, tenemos que encontrarlos, ellos le harán daño—dijo Susy llorando
—De verdad lo siento Beck, yo intenté protegerlos, pero...—Susy la interrumpe
—Hiciste lo que pudiste, ahora hay que buscarlos—la mira a los ojos, yo no podía contener mi enojo
—¡No! Ustedes se quedarán aquí y yo iré por ellos—dije de lo más seguro
—¿Estás demente? No podrás solo, hay que buscar a Chris—dijo Susy
—Esos hijos de perra se metieron con lo prohibido, ahora si me conocerán molesto—me transformó en Hellbe
—Por favor, amor, no vayas tú solo, debemos buscar ayuda—me sujeta Susy
—Ellos me quieren a mí y lo tendrán—aprieto la mandíbula
—No puedo permitirlo Beck, no quiero perderte—dijo sollozando
—No lo harás—salí de la puerta dejando a Susy y Elisa
Corría por el bosque y no hay rastros de ellos, busque por todos lados y no obtengo señales de ellos. He buscado por todos los lados, solo falta uno al cual ir, los túneles. Me adentro a los túneles, en aquel que era mi hogar, miró detenidamente el lugar, la basura, cosas acumuladas, algunos objetos de personas que he asesinado y quise conservar. Camino en los alrededores y escuche un crujir, parecía de una envoltura de dulce o algo así, gire a ver que se trataba y una enorme vara atravesó mi rostro, al ver quien era, nada más y nada menos que la estúpida de Miranda Lyle, la única chica de los rebeldes
—Hola cosa, ¿me extrañaste?—maldita tipa
—¿Qué se siente?—escuche esa voz provenía detrás de mí, era Marcus, gire a ver y ahí estaban los rebeldes
—Ahora estás indefenso, no puedes contra nosotros—yo estaba de rodillas, quitándome aquella vara atravesada sobre mi cara, duele como el demonio, pero mi furia es incontrolable ahora
—Ahora soy más poderoso que antes, maldito idiota—me pare creciendo más de lo normal—Dime, ¿dónde están mis hijos?—dije acercándome hasta Marcus, el cual era mi objetivo
—Ellos están bien, por ahora—esto último lo dijo con sarcasmo
—No te atrevas a lastimarlos, porque juro que ahora si te arranco la cabeza—lo tome del cuello y los demás me rodean
—Será mejor que te calmes, porque ellos sufrirán—no sé que planea, pero necesito toda la energía de mundo
—Más vale que te rindas y no vuelvas a ver a esos engendros—dijo Miranda
—Jamás me rendiré, ahora tengo una vida perfecta y ustedes solo son unos insectos que mataré—me reí malévolo, logrando asustar al resto
—A mí no me das miedo—se acercó Miranda con un palo para golpearme, pero fue detenida
—No te atrevas a tocar a mi novio estúpida—dijo Susy parada frente a ella bastante molesta—Y tu escoria, me utilizaste, me engañaste—dijo Susy parada frente a Marcus, golpeando su mejilla
—No Susy, esos no eran mis planes, yo jamás supe que eras pareja de esta cosa—dijo mirándome, Susy lo abofeteó de nuevo
—No lo llames así, él es mi prometido y padre de mis hijos, ahora más les vale entregarme a mis hijos o les juro que les arrancaré los malditos sesos—vaya, jamás había escuchado tan enojada a Susy
—Este no es tu asunto, más vale que te alejes—dijo Dave, otro de los integrantes de los rebeldes
—¡Basta ya!—dije en un grito—Nadie hará nada, ustedes me entregarán a mis hijos, ellos no tienen la culpa—dije molesto
—A lo igual que mi hermano Michael—dijo Marcus, conteniendo el llanto y apretando los puños
Susy estaba a mi lado en defensa, los seis rebeldes estaban parados frente a nosotros, Miranda retrocedió y fue por los bebés, los puso frente a nosotros, Susy se iba a acercar, pero esta la detuvo. Tuve que pensar en algo inteligente, como atacarlos a todos y que Susy recupere a los bebés. Tengo que atacarlos con sus miedos, sé que hay más miedos de los cuales pueda funcionar. Realice mi plan, comencé atacarlos uno por uno, le había hecho señas a Susy de que se llevará a los mellizos, eso hizo los tomó y se los llevó, alejándolos de la vista de los rebeldes, pero sabía que no se iría
—Dejen a mi chico—dijo Susy, intentando golpear a todos con una pala
—Sujétenla y no la dejen escapar—escuché decir a Marcus
No podía ayudarla, tenía encima de mí a Miranda, Dave, Robbie y a Marcus, eran demasiados, Lucas y Carl la tomaron y la amarraron, eran fuertes contra ella. Yo como podía los alejaba de mí, pero parecían hormigas que volvían atacar. Marcus se acercó a Susy, tomó un pica hielo, ellos ya venían preparados, entre sus cosas traían objetos con los que ellos intentaban matarme, no importa lo que me hagan a mí, pero Susy, ella no
—Dime, ¿que se siente perder lo que más quieres?—dijo Marcus jugando con aquel pica hielo, mirándome
—Si le haces daño, te juro.... te juro...—no pude terminar cuando él le clavo él pica hielo en el vientre a Susy
—¡Noooo!—dije en un fuerte grito
—Lamento esto Susy, tú no tienes la culpa de los errores de tu espantoso novio—dijo Marcus acariciando la mejilla de Susy
—¡Susy! Amor, no......—grité al verla caer al piso, cerrando los ojos