(NOVIEMBRE 05, 2017, NUEVA ASGARD, NORUEGA.)
(Ahmanet)
Me levanto y camino por la oficina pensando a donde ir, un lugar más cálido donde recibir la luz del sol y es cuando recuerdo que debo hablar con Tchala, por lo que me preparo para saltar, llevo conmigo a los chicos. Cuando paso el portal lo hago llegando al laboratorio de Shuri que estaba ocupada, muy concentrada, por lo que al voltear de pronto, se sorprendió al verme.
-Ahmanet, no me espantes.- me dijo Shuri llevándose una mano al pecho
-Perdona, pero necesitaba hablar con Tchala y contigo.
-Con mi hermano, para qué?
-Necesito la ayuda de ambos para ampliar la infraestructura energética de Nueva Asgard.
-MMM, ósea que deseas uno de nuestros generadores de inversión magnética de vibranium?
-sí, algo así, solo que abra que unirlo a un Reactor Ark que Stark Industries hizo para Nueva Asgard.
-Se puede hacer, pero yo no puedo decidirlo sola, se supone que no hay más vibranium en el mundo, salvo el del escudo del Capitán América.
-Shuri eso paso a la historia tras lo de Ultrón, y aun así, la existencia del vibranium es un secreto muy bien guardado.
-Tienes razón, deja llamo a Tchala, le dará gusto verte. Por cierto, porque tanta ropa, con este calor?
-Porque en Noruega, donde funde Nueva Asgard hace mucho frio y no me dejan salir de mi habitación si no parezco la copia en femenino de Jack Frost, de tanta ropa de abrigo que me hacen llevar.
-Hay pobrecita de ti, te cuidan tanto que te atosigan!!!, si quieres, puedes quedarte aquí!!!
-Me gustaría, pero no quiero pelearme con Steve, no ahora que vamos a casarnos.
-Qué? Te casaras con él Capitán América y no nos habías dicho nada?
-También de eso quería hablarles.- le digo sonriendo.
-bien espera, vamos a ver a mi madre y a Tchala.- dijo Shuri tomando mi mano y jalándome, detrás de nosotras venían todos mis guardianes.
-Shuri espera, no puedo correr tanto.- le digo cuando de pronto choco con algo muy duro.
-Ahmanet, señora, Shuri que hacen corriendo, le pasa algo?- pregunta Tchala sosteniéndome contra su cuerpo, tras evitar que tras el choque callera al suelo.
-Majestad, he venido a verlo por dos motivos, pero Shuri en su urgencia por encontrarlo me lleva corriendo y con tanta ropa no puedo moverme cómoda ni ágilmente.
-Shuri, es que no te has dado cuenta, la señora está embarazada, no puede estar corriendo por ahí, podría caerse y lastimarse.- la reprende Tchala
-Lo lamento Señora Ahmanet.- dijo Una Shuri avergonzada
-Bueno vamos, cuáles son los dos asuntos que la trajeron hasta aquí, Señora Ahmanet?
-Bueno, primero que nada, quiero pedirle su ayuda para ampliar la generación de energía en Nueva Asgard.
-Nueva Asgard?, esa ciudad en Noruega que alberga a los asgardianos y a los inhumanos de la que se ha hablado en las noticias?
-Sí, esa misma.
-Hermano, ella necesita uno de nuestros generadores de inversión magnética de vibranium, y uno grande.
-Solo eso?- pregunto Tchala.
-Bueno habrá que conectarlo con el Reactor Ark que Tony hizo para nosotros, así como a la red eléctrica de toda la ciudad, la cual se alimenta de una turbina cinética de corrientes submarinas, un campo de paneles solares y de veinte turbinas eólicas.
-Vaya, energía ecológica al cien por ciento; no creo que allá problemas, solo algunas modificaciones y listo, habrá que hacer un generador lo suficientemente grande para tu ciudad, o varios.
-Gracias Majestad.
-Bien y cuál es la segunda cosa que te trajo aquí Ahmanet?- pregunta Tchala tuteándome
-Bueno es que el próximo veinte de diciembre es mi boda con Steve y me gustaría que asistieran.- le digo del mismo modo
-No puede ser, por fin te casaras con el Capitán!, pues claro que iremos, hablare con Nakia para que me acompañe.
-Bueno y por otra parte me gustaría saber si puede ser uno de los padrinos o caballeros de honor de Steve.
-Para mí será un honor acompañar al futuro esposo de la Diosa Ahmanet.
-Gracias Tchala.
-Shuri, tú aceptarías ser una de mis damas?
-Yo? Claro que acepto, se lo diré a mi madre..- dijo mientras salía corriendo.
-Sigue siendo una niña.
-Sí, y así es feliz, déjala Tchala, la felicidad a veces es pasajera, o está acompañada de mucho dolor
-Lo sé Ahmanet, ven vayamos a ver a mi madre.
-Crees que Nakia y Okaye quieran ser mis damas también?
-La verdad no lo sé, pero las llamare para que les preguntes tu misma.- dijo Tchala riendo
Fuimos caminando por los pasillos del palacio de Wakanda hasta llegar a un salón en el que la reina Ramonda se encontraba, estaba muy sonriente, escuchando a una muy emocionada Shuri, hasta que nos vio.
-Señora Ahmanet, permítame felicitarla por su próxima boda con el Capitán América.- dijo la reina levantándose del sofá en el que se encontraba sentada y acercándose para abrazarme.
-Gracias Reina Madre, es usted muy amable.
-Y para cuando es el feliz enlace?
-Es el próximo veinte de diciembre, reina madre.
-Estaremos encantados de asistir.- dijo la reina Ramonda
-Te hare tu vestido, será espectacular.- comenzó a decir Shuri
-Lo lamento Shuri, todo eso ya está listo, de mi vestido se está encargando el gremio de las tejedoras y las costureras y ya lo están terminando.
-Pero qué tipo de vestido es?
-Sera algo muy bello, al estilo asgardiano.
-mmm, dime cómo será? Algo retro?
-Bueno será muy al estilo del diez o del doce…- le estoy diciendo pero Shuri me interrumpe
-Del año dos mil diez, eso no es muy retro.!!!
-No Shuri, del siglo diez o doce.
-Qué? Explícate!
-Mejor te lo enseño.- y con un ademan mágicamente hago aparecer una imagen y le enseño como será mi vestido.
-Pues sí que será un vestido hermoso y eso solo es una imagen tipo holograma, me imagino el real.- dijo la reina Ramonda.
-Me gusta, pero como tú dama de honor debo llevar algo parecido?
-Sí, aunque dado que no podrán hacértelo en Nueva Asgard a menos que viajes para allá, podrán usar una versión más a su gusto, tanto tú como Nakia y Okaye.
-Escuche acaso mi nombre?- dijo la comandante de las Dora Milaji
-Hola Okaye, como te encuentras?
-Bien señora Ahmanet y usted?
-Muy bien y muy gorda como podrás ver!
-Te vez hermosa Ahmanet, toda futura madre lo es.- dijo Tchala acercándose.
-Eso es cierto.- dijo la Reina Ramonda
-Me mandaron llamar?- pregunta Nakia entrando al salón
-Sí, la señora Ahmanet solicito hablar con ambas.- dijo Tchala señalando a Okaye y a Nakia.
-Tiene algún problema Señora?- pregunto Okaye.
-En que puedo ayudarla señora?- Pregunto Nakia.
-Bueno me gustaría preguntarles si aceptarían ser parte de mis damas de honor, en mi boda?- Les pregunto.
Las veo quedarse en silencio, con cara de asombro hasta que la risa de Tchala las hace reaccionar.
-Cielos, les pidieron ser damas de honor en una boda, o que se ofrecieran en sacrificio en un rito satánico!!!.- dijo Tchala entre risas
-Es que me sorprendió su solicitud, yo una dama de honor de la Hija de la Diosa Basteth, será un gran honor para mí.- dijo Nakia.
-Lo mismo digo yo, nunca me imaginé tener ese honor!!!- Dijo Okaye
-Okaye, tendrás que usar un vestido!- le advirtió Tchala, a lo que Okaye lo vio con cara de “Carajos, que has dicho” antes de responder.
-Eso es obvio, no pensaras que aparecería desnuda, y si es por la Gran Hija de la Diosa Basteth, aunque no me guste, me pondré un vestido, de esos que tanto les gustan, aunque no pueda moverme y tenga que ir desarmada.- dijo Okaye, lo que hizo reír a todos.
-en eso no hay problema, el tipo de vestido te permite moverte libremente, y como veras yo llevo uno así, aunque el de mi boda será muy elaborado.- dije haciendo desaparecer toda la ropa de abrigo que llevaba encima.
-Pues el diseño es bonito y simple, pero me dejara moverme en caso de problemas?- preguntó Okaye
-Eso es fácil de averiguar. – le digo y con un chasquido de mis dedos la hago vestir un vestido igual al que llevo yo. Todos la ven asombrados y yo solo digo.
-Anubis, te necesito.- Anubis responde a mi llamado transformándose y dice.
-Me llamaste hermana y señora mía?
-Si Anubis, la general Okaye, desea saber si puede luchar con ese vestido, y proteger a su rey y a la familia real y yo no conozco a ningún luchador mejor que tú, para ponerla a prueba.
-Deseas que la ataque sin matarla?
-Así es, así también ellos estarán seguros de que yo estoy bien protegida por ti, hermano.
-Acaso dudan de que pueda protegerte?- Pregunta Anubis algo molesto.
-No lo dudamos, pero ella en su estado, debe ser muy bien protegida.- respondió la reina Ramonda
-Lo comprendo, y tú humana estas preparada?- le pregunto Anubis a Okaye sacando su hacha de doble filo y su Chakran. Okaye solo tomo su báculo de pelea, hecho de Vibranium.
Con solo unos cuantos movimientos Okaye quedo convencida de dos cosas pues dijo.
-Eres un buen guerrero, podrás proteger a la Diosa.
-No necesito tú aprobación humana, soy el guardián de las nueve puertas y el barquero de las almas a las salas del juicio; no hay nada de la guerra que tú me puedas enseñar.
-No te daba mi aprobación, si no mi admiración. Y por otro lado, veo que aun con este vestido puedo pelear y proteger al rey Tchala.
-entonces que dices General Okaye, serás mi dama de honor y llevaras un vestido parecido? Gracias Anubis.- le agradezco y el vuelve a transformarse a su forma animal, sin dejar de estar atento a todo. Viniendo a sentarse a mi lado.
-Pensé que ya era un hecho, solo dudaba del vestido, pero veo que servirá.
-Gracias General.
-Majestad, deberemos llevar algunas Dora, si irán los tres, no podemos darnos el lujo de dejarlos desprotegidos.- anuncia Okaye a Tchala.
-Lleva las que consideres necesarias General, serán hospedadas en los cuarteles de la guardia imperial, Tchala, La reina madre, Shuri, Nakia y tú estarán en el palacio, pero no creo que las vayan a necesitar, y si hay problemas esta la guardia imperial para protegernos.
-gracias Señora, pero es mi obligación proteger a mi rey y su familia.- me responde Okaye sonriendo
-Bueno y que ha pasado por aquí? –les pregunto
-La verdad es que nada, solo que se cumplió lo que dijiste, sobre que la sangre no siempre es leal.- dijo Tchala.
-Veo y las flores corazón?
-Destruidas.- dijo la reina Ramonda
-Ya me encargare de eso después.- digo llevando mis manos al vientre
-Se encuentra bien Ahmanet?- pregunta la reina Ramonda
-La verdad es que me llega un aroma a mango y se me antojo, cielos pero si estoy de ocho meses o mejor dicho de doscientos cuarenta y tres días, como puedo tener antojos.- les digo
-No te preocupes Ahmanet, yo tuve antojos casi hasta el final de mi embarazo con Tchala, recuerdo que Tchaka se levantaba a media noche, porque tenía antojo de algo dulce o salado, y él tenía que ir a buscarlo, pobre, se lo hice difícil.- dijo la reina Ramonda riendo
-Hare que te traigan un poco de mango picado.- dijo Tchala riendo y salió del salón.
-Shuri como está tu paciente?- le pregunto
-Ya no tiene tantas pesadillas como antes, pero aún no me atrevo a despertarlo.
-Tratare de venir mañana para trata de reparar el daño que sufrió, solo espero poder lograrlo, pero al final, será el quien diga si todo lo que se ha hecho resulto o no.
-Entonces dudas de los resultados?- me pregunta Shuri
-No, pero me preocupa su equilibrio mental.- respondo viendo como Tchala trae en las manos un Tazón con mango picado.
-Hablan del soldado?, ten Ahmanet, le hice poner un poco de limón y sal.- dice Tchala dándome el tazón.
-gracias, se ve rico, y si hablamos de él, si despertara te molestaría hospedarle un tiempo?- le pregunto mientras como el mango que estaba delicioso.
-Claro que no, aquí hay mucho espacio para que él esté tranquilo, y si lo que necesita es pensar y aclarar su mente una vez que despierte, le podemos dar terapia y un lugar alejado del ruido y tranquilo en donde este. Como dijiste, él no es consciente del daño que hizo, le borraron la mente, lo hicieron un asesino despiadado, cuando era un soldado y un patriota.- dijo Tchala
-Gracias Tchala, él necesitara tranquilidad y paz.
-No te preocupes, aquí estará a salvo de todo y de todos.
-Eso lo agradezco, aun ahí quien desea matarlo o capturarlo, y no quiero que le hagan daño, ya sufrió las consecuencias de la maldad de otros.
-El tendrá un lugar siempre en Wakanda Ahmanet, al igual que los demás, lo sabes, tú como hija de Basteth nunca dudes en buscar refugio aquí.
-Gracias Majestad.- digo poniendo el tazón a un lado, pues había acabado con todo su contenido.
-Deseas más?- pregunto Tchala sonriendo, mientras señalaba el tazón.
-No gracias, de verdad que tenía ganas de mango y con sal y limón, supo delicioso, pero se hace tarde, y no quiero que sepan que salí de Nueva Asgard, vine sin avisar.
-Demasiado Tarde.- Escucho decir desde la puerta a un Steve algo molesto. Lo sé por su cara.
-Steve como me encontraste, yo…
-Dejaste el portal abierto en tu oficina y al ir a buscarte , pues te has retrasado para la comida lo encontré; y solo tuve que pasarlo para darme cuenta de donde estabas.- dijo interrumpiéndome, por su pose sé que está enojado, pues tiene las manos en la cintura. Él espera una explicación.
-Perdón por no avisar, pero con tantas cosas, me había olvidado de venir a hablar con Shuri, Nakia y la General Okaye, para que fueran mis damas de honor.
-Fue solo eso? O te escapaste porque te dije que no saldrías del palacio si no te abrigabas?- pregunto Steve dando un paso más hacia mi sin quitar esa cara tan seria que pone cuando está molesto.
-Bueno fue eso, y también hablar con Tchala, apuesto que no le habías dicho nada sobre lo de ser uno de tus caballeros o padrinos.- le digo tratando de voltear las cosas y que deje su enojo. La verdad es que prefiero que me regañe o grite a verlo callado y molesto.
-La verdad, es que lo olvide.- dijo Steve acercándose.
-Bueno pues ya está aquí Capitán, le diré que acepto y le pediré que no sea tan estricto con la pequeña Ahmanet, si hace tanto frio en Nueva Asgard, deje que venga aquí, mi madre estará encantada de acompañarla y tiene a toda Wakanda para cuidarla.
-Majestad lo permitiré, pero ella sabe que nos preocupamos cuando solo desaparece; al menos hoy supe dónde estaba, pues dejo el portal abierto, lo cual por cierto es peligroso.
-Ni que lo digas amor, pudo haber pasado cualquier cosa, lo bueno que estaba en el laboratorio de Shuri y no en la dimensión oscura.- le digo
-Porque presiento que lo que hay ahí no me gustara?
-Bueno, si te gustan los demonios te los puedo presentar, en ella es donde están atrapados los siete señores del caos, aquellos que son siete y que si logran escapar y llegar a nuestro plano, serán uno, el destructor. Su hijo es Anung Un Rama, y está en la tierra desde mil novecientos cuarenta y tres.- le explico
-Espera, hay un demonio en la tierra y no te preocupa?- me pregunta Steve sorprendido
-La verdad es que no, él es hijo de una bruja arrepentida y del Caído, al nacer su padre le corto un brazo y lo cambio por uno hecho de piedra, conocido como la llave del apocalipsis, pero no me preocupo, porque al chico infernal lo crio uno de los científicos paranormales más reconocidos, y lo crio como un buen católico, Anung Un Rama, lucha contra todo lo paranormal en una agencia del gobierno. Pero lo tengo vigilado, desde que se retiró del servicio él y Liz, se han dedicado a vivir en paz, junto con Abrahán Sapiens, tienen dos hijas hermosas e igual de poderosas que su madre.- les digo.
-Espera y porque no he sabido de ellos? Sabia Fury de ellos?- pregunta Steve curioso.
-Creo que sí, pero Shield es una agencia diferente a la B.P.R.D. o Unidad de Defensa e investigación Paranormal, y se acabó en el dos mil cuatro, antes de que despertaras amor.
-Pero aun así podría haber escuchado de ese tal Anung Un Rama.- dice Steve
-Steve, aún hay muchas cosas que están ocultas para todos.
-Y el Doctor Strange, sabe de ese hombre?- pregunta Steve.
-No te lo sé decir, pero él es místico y parte de su deber es que las dimensiones oscuras no se habrán.
-Las? Hay más de una? – pregunta curioso Tchala.
-Sí, hay al menos diez, todas ellas selladas y vigiladas.- Le respondo.
-Entiendo, bueno es hora de irnos, tú querida debes comer y te acostaras un rato y no te perderé de vista, pues eres muy buena para escapar.- dijo Steve
-Pero no me puse en peligro, vine a pedirles que fueran mis damas, ya solo queda un mes.
-Bien ellas tendrán que ir a Nueva Asgard, para que las modistas les hagan sus vestidos.- aclaro Steve sonriendo.
-Podemos ir ahora?- pregunta Shuri saltando.
-Claro, pero hace mucho frio, así que tendrán que abrigarse bien, eso me recuerda Ahmanet que tú también debes abrigarte.- dijo Steve sonriendo.
-Si nos esperan, vamos con ustedes.- Dijo Nakia, antes de salir corriendo con Shuri a su lado
-Claro aquí las esperaremos, aunque tendremos que ir a tu laboratorio para usar el portal.- dijo Steve.
-Eso no es cierto.- digo y cerrando los ojos salto frente al portal y lo cierro, para después volver a saltar junto a Steve.
-Adonde fuiste?- me pregunta Steve muy serio, me había escapado otra vez.
-a cerrar el portal, no tengo ganas de caminar.- dije sonriendo. Tchala y la reina Ramonda solo rieron.
-Ahmanet me vas a infartar con tus escapadas.- dijo Steve negando con la cabeza antes de sonreír.
-De eso nada, sabes que no me pondría en peligro sin avisarte.- le digo y él me ve serio sin decir nada, solo se cruza de brazos, por lo que digo
-Bueno si lo acepto, lo hago pero es solo por cumplir con mi deber, lo sabes.- le digo sonrojada aceptando un hecho simple. A lo que él se lleva las manos a la cintura tomando su actitud más que seria, y hasta amenazante, por lo que me escondí detrás de Tchala.
-Ahmanet que voy a hacer contigo?- escucho decir a Steve, se oye muy serio. Por lo que me pego más a la espalda de Tchala, que solo me ve por encima de su hombro y sonríe. Por lo que me asomo un poco y veo a Steve sonriéndome y negar con la cabeza una vez más.
-Amarme como soy?- le pregunto, sin salir del todo de detrás de Tchala.
Apenas si me asome y en un solo segundo lo tenía frente a mí, con Tchala a un lado.
-Siempre amor, te amo como eres, aunque siempre me preocupes, eso y mucho más es lo que te hace como eres y no te quiero cambiar.- dice y me abraza, para después besarme. Y sin soltar mis labios me levanta en brazos. Cuando por fin nos separamos por culpa de la falta de aire, decimos al unísono.
-Te amo Steve
-Te amo Ahmanet.
-Eso es amor de verdad.- dice la reina Ramonda sonriendo.
Vemos regresar a las tres corriendo llevando en brazos gruesas capas de lana y piel.
-Bien creo que debemos irnos.- digo, pensando en que Steve me dejara en el suelo para abrir el portal, pero él no lo hace, por lo que lo miro esperando
-No pienso soltarte, te escápate toda la mañana, ahora te cuidare muy bien, así que abre el portal desde aquí.- dice Steve dándome un beso en la frente.
-Steve, eres un exagerado.- le digo y con un movimiento de la mano abro el portal, a mi oficina.
Tras pasarlo lo cierro y digo
-Steve puedes dejarme en el sillón y llamar a Inga.
-Está bien, pero no te vuelvas a escapar, lo prometes?
-Te prometo no escaparme, por lo que queda del día.- le digo y él solo sonríe.
-Bien, con eso me conformo.- dice dándome un beso ligero en los labios, antes de salir.
-cielos, sí que hace frio.- dijo Nakia
-Caray, como hacen para soportar este frio?- pregunto Okaye
-Madre mía, ni en las montañas nevadas de Wakanda hacia tanto frío.- dijo Shuri
-No se preocupen, yo lo arreglo.- les digo y hago aparecer tres gruesos abrigos de lana forrados de piel de borrego, los cuales les hago ponerse y sobre estos las capas. Y así por fin entran en calor.
-Me mandó llamar Alteza.- pregunto Inga tras entrar en mi oficina.
-Inga, ellas también serán mis damas de honor y he ido por ellas para que vean a las costureras, para lo de sus vestidos, podrías llevarlas para que les tomen medidas y se hagan sus vestidos para la boda.
-Si alteza, no se preocupe, llamare a Frida para que las acompañe, mientras yo le sirvo sus alimentos, ya están preparando todo en el comedor.
-Gracias Inga, y agradécele a Frida.
-Ella está orgullosa de servirla alteza.
-Lo sé, Inga y gracias por cuidar de mí.
-Voy a llamarla y en unos momentos vengo a avisarle cuando todo esté listo.
-Bien.- digo y la veo salir de mi oficina.
Unos minutos después aparece en la puerta Frida.
-alteza me envía mi hermana, y me ordeno acompañarla al comedor.
-Bien vayamos y después las llevas con la costureras, para que les hagan sus vestidos para la boda.
-Si alteza.- dice Frida abriendo la puerta para mí, por lo que salimos para ir al comedor.
-Pensé que no querías caminar?- dijo Steve a mis espaldas
-Pues no tengo ganas de hacerlo, pero tengo hambre y voy al comedor.- le digo sin voltear
-Entonces te llevo.- dijo Steve abrazándome y levantándome en brazos por sorpresa.
-Steve, que bobo eres, y muy exagerado, si por ti fuera estaría entre algodones.
-Pues en unos cuantos días más, así será, ya cuantos días de gestación tienes?
-Bueno, tengo doscientos cuarenta y tres días.
-Y si mis cálculos no me fallas, Thýa nacerá días más o días menos a finales de Julio.- dijo Steve
-Bueno eso parece, pero no lo decido yo.
-A no y quien lo decide?- pregunta curioso mientras camina rumbo al comedor.
-Pues tú hija y no sé, pero si es como tú, tendré muchos problemas.
-Ahmanet cariño, que quieres decir con eso?
-pues que si decide nacer antes o después nada podre hacer para evitarlo, tú eres muy aferrado a tus decisiones y también lo será ella.
-No soy aferrado.
-MMM claro que no, solo terco y los Dioses me libren de los berrinches de Thýa.
-Ella será una niña dulce y comprensiva como su mamá y no una niña berrinchuda, ya lo veras.- dice mientras entramos al comedor, en donde me deja en una silla, y mientras yo me dispongo a comer bajo la mirada de Steve y de Inga, Frida llevo a mis damas a que les tomaran medidas. Cuando regresaron solo me quedaba abrir el portal para que regresaran a Wakanda.