- Allison. - escucho la voz de mi madre llamándome.
- Un ratito más mamá. - respondo puesto que no pude dormir en casi toda la noche.
- ¿Mamá? - escucho la voz de Harry y abro los ojos como plato y veo a Harry parado en la puerta de la habitación mirándome con el ceño fruncido. - No soy tu mamá, ni si quiera soy una mujer.
Cierro los ojos con fuerza y escucho unos pasos acercarse a mi, abro de nuevo los ojos y veo las piernas de Harry a centímetros de mi cara, subo la mirada y me encuentro con sus ojos mirándome con curiosidad.
- Vamos a correr. - dice mientras se mueve hacia atrás para después caminar hacia las ventanas. - Esta habitación es la que tiene la mejor vista, ven a ver.
Harry abre las ventanas y yo cierro los ojos al sentir la luz del sol entrar con fuerza iluminando por completo la habitación.
- Harry, se que es tu casa pero me gustaría privacidad. - Harry gira para verme y se acerca a mi.
- ¿Quieres decir que no quieres que entre a tu habitación? - lo miro y hago una mueca.
- No, solo, ¿Podrías tocar antes de entrar?, ¿Que tal si llego a estar desnuda? - Harry se ruboriza y yo carraspeo. - Lo que quiero decir es...
- Si, ya entendí, como sea, ¿Irás a correr conmigo? - dice Harry interrumpiendome y con un tono aún más serio.
- Si, solo, ¿Podrías esperarme afuera? Me tengo que cambiar. - Harry asiente y sale de inmediato de la habitación.
Ahhgg ¿Por qué le dije mamá? No, más bien ¿Por qué entra a la habitación de una mujer sin avisar? ¿Y por qué me invitó a correr? ¿A caso me veo gorda?
Me levanto de inmediato y me miro en un espejo enorme que hay en la esquina de la habitación.
- No estoy gorda. - digo mientras analizo cada parte de mi cuerpo. - Ahhgg, me iré a cambiar.
Camino buscando mis maletas y no encuentro ninguna, comienzo a buscar por toda la habitación mi ropa y la encuentro muy bien acomodada en un enorme vestidor.
Elijo un cómodo conjunto deportivo color morado, entro al baño, me lavo la cara, me pongo el conjunto y me hago una coleta alta.
Salgo de la habitación y me encuentro de frente a Harry.
- ¿Nos vamos? - pregunta viéndome con seriedad.
- Si. - digo mientras asiento con la cabeza, Harry comienza a caminar hacia las escaleras y yo me voy detrás de él.
Llevamos más de media hora corriendo y yo ya no puedo más, mi estómago me exige comida y Harry no deja de correr.
Me detengo mientras me toco el abdomen, Harry ni si quiera se percata de que ya no voy junto a él. Lo veo alejarse y prefiero buscar donde sentarme.
Me siento en una banca y comienzo a sentir que todo me da vuelta.
- ¿Estás bien? - escucho la voz de Harry y abro los ojos para verlo.
- Estoy un poco mareada. - Harry me mira y me extiende una botella de agua.
- Toma un poco, hace mucho calor y además no hemos desayunado. ¿Quieres ir a desayunar o desayunamos en el departamento?
- Vamos a algún lugar aquí cerca. - respondo y Harry asiente poniéndose de pie.
Llegamos a una cafetería que está a un par de cuadras de donde nos encontrábamos. Al entrar lo primero que veo es a Camila riendo con otras mujeres que al parecer son sus amigas.
- ¡Harry, Allison! - escucho la voz de Camila llamándonos y de inmediato miro a Harry quien solo la saluda con un movimiento de mano.
Camila camina hacia nosotros, saluda primero a Harry y después a mi.
- Me da mucho gusto volver a verlos, se ven tan... enamorados. - dice mientras forza una sonrisa. - ¿Cómo estás Ali?
- ¿B-bien? - respondo tartamudeando y confundida.
- Bueno, supongo que han de estar muy cansados después de "La noche". - dice haciendo un movimiento con sus manos.
- Si, muy cansados, por eso ya nos vamos. - responde Harry y yo lo miro curiosa.
- Pero podemos quedarnos a desayunar con Camila, ¿Verdad amor? - sugiero y Harry se pone más serio de lo que estaba. En realidad me gustaría saber lo que pasó entre este par, tal vez pueda conocer más acerca de Harry y Camila podría ayudarme.
- Claro mi amor. - responde Harry entre dientes.
- ¡Perfecto! Solo, denme un minuto. - Camila reacciona con emoción y después camina hacia la mesa de sus amigas.
- ¿Por qué te quieres quedar? - Harry me pregunta en voz baja.
- Porqué tengo hambre. - respondo antes de darme la vuelta y buscar una mesa para sentarnos.
Pasados unos minutos llega Camila y se sienta al lado de Harry, la forma en que lo mira es de una persona enamorada pero Harry ni si quiera voltea a verla.
- ¿Hace cuánto se conocen? - le pregunto a ambos pero al parecer solo a Camila le interesa responder.
- Desde pequeños, nuestros padres han sido amigos desde la universidad, así que no ha habido una etapa de mi vida en la que no estuviera Harry.
- Vaya, eso es genial. Pero ustedes fueron novios también ¿No? - pregunto y Harry levanta la cabeza de inmediato.
- No. - responde Harry haciendo que la sonrisa de Camila desaparezca.
- Harry, no seas mentiroso. - Camila forza de nuevo una sonrisa y le da un ligero golpe en el hombro a Harry.
- Siempre hemos sido como hermanos. - argumenta Harry a su respuesta anterior.
- A Harry siempre le ha gustado bromear. - justifica Camila el comentario de Harry. - Mejor cuentenme como se conocieron y como se enamoraron.
Miro a Harry y él solo mira hacia algún otro lado que no es Camila ni yo.
- Si, bueno, te cuento cuando regrese del baño. - digo mientras me levanto de la mesa y rodeo una pared que separa nuestra mesa de otras.
- Te he extrañado mucho mi amor. - escucho la voz de Camila y decido quedarme recostada en la pared para escuchar.
- Camila, basta, por favor.
- ¿Basta que? Yo te amo Harry y se que tu sientes lo mismo por mi.
- Camila, lo nuestro solo fue...
- ¿Un acoston de una noche? ¿Un error de adolescentes ebrios? ¿Eso es lo que vas a decir?
- Camila...
- No Harry, yo siempre te he amado, siempre he estado para ti, ¿Por qué convertiste en tu esposa a una mocosa que apenas conoces?
- Camila, por favor, no hagas esto.
- ¿La amas? - hay un profundo silencio entre ambos y después se escucha una risa de Camila. - Tu no sabes amar, pero aún así yo te he amado.
- Eres como una hermana para mi Camila, siempre ha sido así y tu lo sabes. Por favor ya no compliques las cosas.
- Jamás te dejaré ser feliz, solo serás feliz cuando estés conmigo, entiendelo.
Escucho que se asota una silla y después la puerta abriéndose y cerrándose. Me asomo del otro lado de la pared y veo a Camila alejarse de prisa del lugar, me giro para volver a la mesa y al hacerlo choco con Harry quien está parado detrás de mi.
- ¿Nos estabas espiando? - cuestiona con molestia y yo abro los ojos como plato.
¡Houston, tenemos un problema!