Salgo de la empresa y recibo un mensaje de Imanol con la ubicación del lugar donde comeremos.
Me apresuro a subirme al auto y le indicó a Luck hacia donde ir.
Después de unos minutos llegamos al restaurante y antes de entrar veo inmediatamente a Imanol, su vestimenta lo hace único en ese lugar tan elegante.
- ¡Llegaste! - dice con una emoción notable.
- Hola, emm, este lugar es... - busco la palabra indicada para describir el lugar pero Imanol me interrumpe antes de que diga algo más.
- ¿Aburrido? - pregunta mientras ríe.
- No, es decir, parece muy diferente a tu estilo.
- Pero es tu estilo ¿No?
- No. - respondo de inmediato y comienzo a reír. - Soy más como tú, como tú estilo alternativo.
- Yo, pensé que... Discúlpame, yo no sabía. - se disculpa mientras rasca su cabeza. - ¿Quieres ir a otro lugar?
- No, no te preocupes, así está bien. - Imanol me mira y camina hacia mi y abre la silla para que pueda sentarme.
- ¿Te gusta el vino? - pregunta mientras me siento.
- Preferiria tomar jugo o agua mineral.
- Está bien. - responde y le llama al mesero.
Después de eso comenzamos a ordenar la comida y hablamos acerca de los alimentos que nos gustan y los que no, por último terminamos hablando del clima, ¿Quien habla del clima en estos tiempos?
- Se que te dije que solo quería despedirme pero eso no es todo, en realidad también necesito decirte algo. - lo miro confundida y él pasa una mano por su rostro.
- Ya dime, me asustas. - digo y él me mira serio.
- Lo siento, yo no sé cómo decirlo, se que tal vez no debería hacerlo pero quiero hacerlo.
- ¿Que es? - me acerco a él y lo miro a los ojos. - Me asustas. - digo y me río.
Imanol me ve a los ojos y después pasa su mirada a mis labios. Me comienzo a poner un poco nerviosa y él lo nota.
- Me gustas. - dice mientras se acerca más a mi.
Intento alejarme pero él me toma del brazo evitando que me mueva hacia atrás. Imanol acerca su cara a la mía dejando sus labios a centímetros de los míos.
- No beses al príncipe equivocado, ¿Recuerdas? - paso mi mirada de sus ojos a sus labios y corto el espacio entre nosotros juntando mis labios con los de él.
Ciero los ojos y pongo una mano en su mejilla, nuestros labios se mueven al compás y mi corazón late a gran velocidad.
Me separo un poco de él y veo sus ojos abrirse poco a poco.
- No podía dejar que te fueras sin haberte besado.
- Me voy porque se que esto no está bien, no quiero verte con mi hermano. - Imanol baja la mirada y suelta mi brazo. - Eres suya y nunca habrá un nosotros entre tú y yo.
- Me gustaría que no fuera así. - mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas y él se levanta.
- Será mejor que nos vayamos. - dice y yo me levanto de inmediato y salgo mientras él se queda pagando la cuenta.
- ¿Vas a volver? - digo mientras nos acercamos a mi auto.
- No sé, el tiempo lo dirá. - me mira y acto seguido me abraza.
- Te voy a extrañar. - susurro en su oído.
- También yo. - dice haciendo lo mismo que yo y después me da un beso en la mejilla y se aleja poco a poco.
Lo veo y unas ganas inmensas de correr hacia él invaden mi cuerpo. Imanol se sube a su moto y arranca, siento que mi corazón se late deprisa y recuerdo la cena con Harry.
- ¡La cagué! - digo cerrando los ojos con fuerza. - Mierda.
- ¿Está bien señorita? - pregunta Luck en frente de mi con cara de confusión.
- Si, lo siento. ¿Podrías llevarme a comprar algunas cosas?
- Si señorita. - responde y acto seguido nos subimos al auto.
Estoy en el supermercado y no puedo dejar de pensar en Imanol, en el beso, en Harry, en la cena, en que soy una tonta, en que la cagué y realmente no le pongo mucha atención a las cosas que estoy comprando.
Estoy muy distraída y se me olvida lo que venía a comprar así que decido llamarle a Ana para que me ayude.
- ¿Ya agarraste las velas? - pregunta Ana del otro lado del teléfono.
- ¿Velas? ¿Que velas? - respondo y escucho una fuerte respiración de Ana en mi oído.
- Para la mesa Ali, para la puta mesa. - el tono de voz de Ana es de molestia y frustración al ver que no pongo mucha atención a lo que me dice, así que me aplico antes de que me deje hacer esto sola.
Aproximadamente una hora después ya tengo todo lo que necesito para la cena y ya voy en el auto con Luck camino al departamento.
Llego y comienzo a arreglar las cosas, decido acomodar primero el espacio y después hacer la cena.
El departamento tiene una hermosa terraza con una pequeña mesa redonda y decido que esa será el lugar perfecto, comienzo a acomodar las velas, unas rosas, los platos, etcétera. Mientras la muchacha que nos ayuda con la limpieza me ayuda a hacer un camino de pétalos y velas desde la puerta hasta la terraza y también me ayuda a terminar la decoración.
Después de haber terminado todo eso comienzo a hacer la cena que será pollo en salsa cremosa de parmesano y espinacas que es el platillo favorito de Harry. Lo único que quiero es que me salga delicioso.
- Señora, será mejor que se vaya a bañar, el señor llega en una hora. - dice Valentina, (la muchacha de la limpieza), mientras mira el reloj y después a mi.
- Tienes razón, ¿Podrías vigilar la comida hasta que esté lista?
- Si señora, no se preocupe. - responde y yo solo asiento para después salir corriendo hacia mi cuarto.
Unos treinta minutos después ya estoy vestida y solo me falta maquillarme un poco. Me puse un vestido rojo, no es muy pegado pero si tiene un escote un poco pronunciado, obviamente Ana me ayudó con la elección de este vestido, me pongo unas zapatillas negras, recojo mi cabello y me hago un maquillaje algo natural.
Bajo las escaleras y Valentina me indica que ya está lista la cena y después se despide. Después apago las luces y me siento en la sala para esperar a que llegue Harry.
Quince minutos después de que Valentina se va, escuchó que alguien comienza a introducir el código de la puerta y me pongo de pie.
Harry entra e intenta prender la luz pero yo camino rápido hacia él para que no lo haga, sin embargo, me resbalo y por arte de magia Harry me sostiene evitando que toque el suelo.
- ¿Que es esto? - dice dejando de mirarme y mirando el camino de pétalos y velas.
- Es la cena para dos. - digo y después lo tomo de la mano. - ¡Sorpresa!
Harry me mira y frunce el ceño, no se si no le gustó todo esto o simplemente no tuvo un buen día, pero no reaccionó como pensé que lo haría.
- ¿Por qué haces esto? - cuestiona caminando hacia la terraza y después gira para verme.
- Quiero que estemos bien, se supone que somos un matrimonio y aunque sea me gustaría llevarme bien contigo.
- ¿Es como una cena de amigos? - pregunta levantando una ceja.
- Es como una cena de esposos. - digo y camino hacia él. - Ven, hice tu platillo favorito. - digo y lo tomo de la mano entrelazando sus dedos con los míos.
Llegamos a la mesa y él abre la silla para que me siente y después se sienta él. Harry comienza a mirar todo, mira la comida, después me mira a mi y se pierde por unos segundos en mi escote, algo que me pone un poco nerviosa.
- Gracias Allison. - dice mirándome a los ojos.
- Dime gracias después de probar la comida. - digo y él solo ríe y después prueba la comida. Yo solo puedo mirarlo expectante y pidiéndole a los dioses de la cocina que eso sepa delicioso.
- Está delicioso. - dice sonriendo y comiendo más. - Gracias Ali. - dice de una manera un poco más dulce y hace que mi piel se ponga de gallina.
Seguimos comiendo y platicando una que otra cosa hasta que me invita a ver la vista desde la terraza, una viste que realmente es hermosa, se ve toda la ciudad, los edificios, el muelle, el mar, los parques, todo.
- Allison. - giro para verlo y está muy cerca de mi. - Tomé mucho vino, ¿Me ayudas a entrar? - cuestiona arrastrando un poco la lengua, realmente si está un poco pasado de copas así que hago lo que me pide.
- Ven, pon tu brazo en mi hombro. - digo y él lo hace.
Comenzamos a entrar y después a subir las escaleras, entramos a su cuarto e intento arrojarlo a la cama pero cae encima de mi y comienza a tocar mi rostro.
- Eres una niña... - dice entre hipos. - Y me gustas. - después de decir eso me quedo como estatua, inmóvil, sin saber que hacer.
- Harry, me aplastas. - digo intentando moverlo y que deje de hablar.
- Haré lo posible para que seas feliz a mi lado, te lo juro, de verdad te lo juro. - dice tomando mi rostro entre sus manos y mirándome a los ojos.
Comienzo a sentir que me hormiguea todo el cuerpo y que mi corazón se paraliza, sigo intentando moverlo hasta que lo hago y él se queda completamente dormido.
Sus palabras no dejan de retumbar en mi cabeza y al mismo tiempo aparece el recuerdo de lo que pasó esta tarde con Imanol.
- Lo dijo porque está borracho, si, eso es. - digo mientras camino a mi cuarto.
- Pero los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. - dice mi maldito cerebro.