CAPÍTULO DIECINUEVE

1646 Words

CAPÍTULO DIECINUEVE El Maestro de los Cuervos inició su asalto con un bombardeo nocturno, ordenó a su artillería que disparara al círculo exterior de casas y disfrutó de la belleza de las llamas que ardieron con los golpes certeros. —El combate personal —dijo al ayudante que tenía más cerca— es una danza. Una escaramuza es trabajo de carnicero. Una batalla es un poco más que comercio: te cambio estas vidas por aquellas, te ofrezco este trozo de tierra a cambio de tu m*****e. —Como usted diga, mi señor —dijo el hombre, evidentemente sin entender una sola palabra. —Pero un asedio… un asedio es una sinfonía. Así sonaba en sus oídos. Desde las primeras notas bajas de un cañón hasta los gritos fuertes de una población a la que estaban aterrorizando, allí estaba. Pero había mucho más que es

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