Holden deseó sentarse, en un principio hizo una apuesta, era cierto que las personas con poder se volvían arrogantes, confiadas y presumidas, pero no tenía la certeza y el impacto fue mayor al escuchar los nombres relacionados con ella.
El príncipe Crisoldo.
El duque Daemonium.
– ¿Se fue al mismo tiempo que ellos?
El conde asintió y comprendió que el duque no estaba al tanto de la situación – la señorita Leonidova trabaja con el duque – se mostró más relajado – personalmente tampoco lo entendí, el condado Leonidova ha sufrido grandes pérdidas, especialmente después de que el conde fue despedido como presidente de la asociación de comercio, pero su hija sigue siendo una noble, vestir como mercenario y trabajar para un agente extranjero – negó con la cabeza – bueno, aunque no tenga senti
