Me siento adormilada, llevo mucho tiempo sentada y me duelen las rodillas, al viajar de esta forma no puedo comer mucho para reducir el número de visitas al baño, fuera de la ventana el clima va cambiando volviéndose muy frío y el cielo se cubre de nubes oscuras, debo revisar el reloj, son las seis de la tarde.
¡Las seis!
Me quedé dormida sin darme cuenta, no suelo tomar siestas, siempre estoy despierta porque duermo doce horas al día, es por el movimiento, nos queda muy poco tiempo, deberíamos llegar en una hora.
Mi mamá también mira el reloj y luego la ventana, está nerviosa, el tiempo está pasando muy rápidamente y el tren no avanza tan rápido como desearía.
Nos detenemos de nuevo.
Desearía detener el tiempo.
¡Tiempo!, el demonio de cabello rosa me habló sobre ese dios, vive en la
