Katherine dejó la construcción cuando el turno acabó, y sin decir palabras, subió al auto de su madre directo al club. Ese asunto con Randall era uno que debía solucionar esa misma noche. Katherine no le regresó el auto a su madre y le dijo que tomase un uber para ir por Allan al colegio y de allí al médico. Mientras Katherine caminaba a la entrada del club cerca del atardecer, su madre entraba a su casa con Allan. Le habían cambiado la cánula de la bomba de insulina y el doctor le dijo que esa bomba no soportaría más, que lo ideal era cambiarla en poco menos de una semana. Rachell le dijo al doctor que si podía postergarlo un poco más para completar el dinero, pero el hombre le dijo que era arriesgado, y que el cuerpo del niño estaría comprometido. Esa noche Rachell tendría que darle la