Narra Namjoon
Estoy pendiente en si Eun-Yeong está durmiendo o no —y no es que sea un pervertido— pero necesito regañarla fuertemente por la actitud que tiene últimamente con Jung Kook, sin contar que ahora mismo está durmiendo con siete chicos en un mismo piso, o ¿Será que acepto dormir aquí para tener cerca de Jung Kook y hacer quien sabe que cosas? —Pensé— no, no, no...
Definitivamente necesito respuestas y ella es la que me las puede dar. Aunque no estuve de acuerdo con que Eun-Yeong se quedara a dormir en el departamento con siete chicos hormonales, no podía negar que preferiría esto a que Eun-Yeong se fuera tan tarde de la noche y le pasará quién sabe qué cosa en el camino. Pero el pensamiento que me atormentaba era si ella había aceptado quedarse por miedo a que le pasará algo en su trayecto a casa o porque tiene un interés oculto por... ¡Estar con Jung Kook!
Todos nos dirigimos a nuestra habitación y después de mucho tiempo jugando y molestando, apagamos las luces quedando todo en silencio, por lo que seguro de que todos estaban dormidos, me dispuse a confrontar a Eun-Yeong aprovechando el momento en que salió a la cocina.
El primer pensamiento que me viene a la mente es que no importa el tiempo, la amo cada día más. Sólo que el dolor no me deja volver a ella —suspiro— necesito olvidarla y preguntar si se quedó a dormir aquí por Jung Kook no me ayudará, pero sé que si mis sospechas son ciertas. Esta vez sí me romperá bien el corazón y sin él, ya no la querré aunque lo desee.
— ¿Por qué aceptaste dormir en una casa con siete chicos jóvenes y muy hormonales? — Susurró muy cerca de su oído—.
Mi respiración chocaba con su cuello y me daba placer sentir como su cuerpo se tensaba con mi cercanía. Aunque yo tampoco era inmune a esta. La deseo ahora más que nunca pero tengo que controlar mis emociones.
Te falló una vez, te va a fallar otra vez si le das la oportunidad—pienso—.
La agarró del abdomen y la hago voltearse quedándonos frente a frente.
— ¡Contesta! —Digo—
Pero ella guarda silencio.
Estaba muda y temblaba, haciéndome preguntar ¿A dónde fue la Eun-Yeong que tanto daño me hizo? ¿La que aparentaba ternura, pero que era en realidad un diablo disfrazado de Ángel?
Mi paciencia estaba a punto de acabarse y lo que venía no iba a ser para nada silencioso, por lo que la tome del brazo y la lleve al salón más lejano que teníamos de la sala (salón de estudio) cerrando la puerta al entrar.
— ¿Por qué te empeñas en quedarte aquí?, ¿Sabes cuánto me afecta verte o simplemente a ti no te afecta como a mí? —Dije dolido—.
— Y-y-y-y-o-o...—tartamudeo—.
— Respóndeme algo, ¿Tú sientes todavía algo por mí? —Pregunté en un hilo de voz—.
Tenía miedo a su respuesta negativa, pero más miedo me daba no saberlo.
Silencio recibí como respuesta. Que podría ser interpretado de miles de maneras.
Un sí, un no, un tal vez, un quizás, un nunca sentí algo por ti, o un te amo. Varias palabras que se dividían en dos respuestas una positiva y otra negativa, una que da alivio y esperanza y otra que me daría dolor y tristeza...
— ¡Respóndeme! —dije impaciente —.
— S-í —susurro—.
Suspiro y pregunto nuevamente para corroborar la respuesta.
— ¿Sigues sintiendo algo por mí? — dije tomando está vez su barbilla para que me respondiera mirándome a los ojos, esos ojos que me matan...—
— Claro que si no soy tú que puede dejar de amar a una persona de la noche a la mañana... — dijo entre lágrimas—.
Y siento alivio en mi cuerpo, pero continuó con mi posición fría —por lo menos delante de ella—.
— No te pregunté si eres como yo, te pregunté si todavía sentías algo por mí.
— Y ya te respondí —dijo intentando separarse de mí, pero no la deje—.
— Entonces, ¿Porque estas tan cerca y atenta con Jung Kook? — Y aquí va la pregunta que me inquietaba desde que Jung Kook y Eun-Yeong regresaron de la noche que se perdieron en el bosque—.
Se río y eso me colmó la paciencia
— ¡No te rías y respóndeme! — Dije enfadado —.
— Estoy así con él por agradecimiento, más nada
Esas palabras retumban en mis pensamientos....
Eso mismo me dijo en el pasado y me mintió, descubriendo su mentira de la peor manera.
— ¡No me digas! —Ironice — y ¿Te piensas acostar con él por ese agradecimiento o qué?
— ¡¿Qué?! —pregunto y note su asombro —.
Pensaste que no te iba a descubrir —pensé— el idiota y enamorado Namjoon ya no existe.
— ¿Por eso fue que te quedaste a dormir hoy aquí? ¿Para acostarte con Jung Kook cómo lo hiciste conmigo?
Sin darme tiempo para que mis reflejos reaccionarán su mano llegó a mi mejilla, mientras que lágrimas rodaban por las suyas...
— ¡Eres un imbécil! —gritó —.
Zorra y protegiendo su disque dignidad lo que me faltaba —pensé—.
— Pero a este imbécil como lo llamas te hizo suya miles de veces —contraataque—.
— Me da pena saber que aunque yo me entregué a ti por amor, para ti sólo fue algo sin ninguna clase de sentimientos.
¿Ningún tipo de sentimiento? —Pensé — Ella fue la mentirosa y yo le salí a deber —
Le agarre de las muñecas mientras que con mi cuerpo la coloque contra la pared y sin poder reaccionar la besé...
Un beso que me recordaba el pasado cuando éramos felices juntos. Donde yo la amaba en cuerpo y alma... Pero recordé el sufrimiento que pase por ella e inmediatamente le dije
— Mentirosa— para marcharme del salón.
Me fui directo al dormitorio con una rabia que estaba en todo mí ser.
Sólo la persona que de verdad amas puede hacerte la persona más feliz del mundo o la más miserable y eso soy yo ahora, la persona más infeliz, sin amor y sola que puede existir. Y lo que más rabia me da, es que ella no tiene ninguna clase de remordimiento sin contar que la veré casi todos los días.
Mi calvario no puede ser peor.
— Te amo —Susurró Eun-Yeong cerca de mis labios—.
Había escuchado esas dos palabras muchas veces de Eun-Yeong, pero jamás me cansaría de escucharlas.
— Yo te amo más — Eun-Yeong sonrió y yo la besé en los labios—.
Un beso dulce, puro, sincero y cargado de amor, era la descripción perfecta de ese beso que concordaba perfectamente con el sentimiento que teníamos el uno al otro.
Nos separamos un momento, sin despegar nuestras cien, Eun-Yeong tenía ambas manos agarrando cada una de mis mejillas.
— Prométeme que jamás me olvidarías, prométeme que tú serás mío y yo seré tuya para siempre —dijo Eun-Yeong — prométeme que no permitirás que nada ni nadie acabe o interfiera en nuestro amor.
— Porque desde el día que acepte ser tu novia y hasta el fin de mis días yo seré siempre tuya y no habrá nada ni nadie que me haga acabar o cambiar este amor que siento por ti —finalizó Eun-Yeong —.
Me separo un poco de ella para responderle mientras acaricio su mejilla
— Te prometo que siempre estaré para ti —respondí— porque tú eres mía y yo seré siempre tuyo, mi primer y único amor. Eres el amor de mi vida Eun-Yeong, y no habrá nada ni nadie que me haga cambiar contigo, porque definitivamente yo no puedo vivir sin ti.
>>Tú eres la única que me hace ser el hombre más feliz de todo el planeta, me haces sentirme como un niño chiquito que cuida a capa y espada lo suyo, un adolescente desesperado porque estés bien conmigo, sobre todo cuando estas molesta conmigo, me desespero y a veces pienso, ¿Que me ha hecho ella para que este tan perdidamente enamorado?, pero la respuesta no me importa, lo importante es el resultado y aquí me tienes en cuerpo y alma. Sólo para ti.
Nos unimos en un beso, muy distinto al anterior, este beso es más intenso, cargado de deseo. En donde ambos batallamos por quien desea más. En el que nos perdemos ambos.
Las manos de Eun-Yeong están en mi espalda baja, mientras que mis manos recorren desde su nuca hasta sus nalgas. En lo que acto seguido la levantó, enrollando Eun-Yeong sus piernas en mi espalda.
La deseo y ella me desea...
Te amo entrecortados salían de sus labios por nuestro apasionado beso.
Camino torpemente por su habitación y siento la madera de la cama con mis piernas, en lo que en cuestión de segundos la acuesto en la cama, conmigo encima.
Seguimos nuestros besos unos segundos mientras poco a poco voy bajando de su boca, a su mandíbula y cuello, mientras que con mis manos voy tomando el dobladillo de su blusa y quitándole está suavemente. Noto la tira de su brasier n***o, mientras lo bajo con uno de mis dedos de manera delicada y con la otra mano voy sacando uno de sus pechos. Dejándolo libre del brasier, tomó su pecho descubierto con la mano y con mi lengua comienzo a hacer círculos alrededor del pezón de su seno, Eun-Yeong se retuerce por el contacto, pero antes de que está pueda hablar, ya lo tengo dentro de mi boca, mientras que el otro lo dejo libre del brasier y comienzo a hacer círculos con mis dedos.
— Dios Nam, me estás matando —dijo jadeando—.
Regrese a su boca y la besé apasionadamente
— Tranquila esto apenas comienza—.
Me siento a horcajadas sobre ella y mientras me quito la camisa ella se va desaprovechando el brasier. Miro sus ojos llenos de deseo y siento como su mano baja desde sus pechos hasta la parte baja de su abdomen llegando a los botones de mi pantalón. Se incorpora en la cama, sonríe y me besa mientras que con sus manos quita los botones de mi pantalón, con un poco de dificultad que me causa gracia, baja la cremallera del pantalón. Intenta quitarme los pantalones, pero por la posición en la que me encuentro se le dificulta.
Me levanto de encima de ella, desabrocho sus short, bajo la cremallera de esos y los bajo con todo y bragas quedando ella completamente desnuda.
— Oye, estoy en desventaja —me mira y señala mis pantalones, a lo que sonrió—.
— Silencio, no será por mucho tiempo—respondo—.
Recojo sus piernas a tal punto que sus rodillas quedan levantadas y sus pies casi toca su trasero. Lentamente comienzo a darle besos en sus mulos hasta llegar a su zona íntima.
Eun-Yeong se tapa rápidamente notando mi propósito mientras que con su cabeza me dice no.
Yo le sonrió y respondo
— Eres perfecta en todo el sentido de la palabra, eres mía completamente al igual que soy tuyo. Nos conocemos todo desde pequeños y llevamos mucho tiempo juntos y en confianza —digo besando sus manos que están tapando su zona—, sabes que no te haría daño, sólo relájate y disfruta.
Poco a poco comienza a minimizar la fuerza de sus manos y comienzo a pasar mi lengua alrededor de su clítoris, teniendo como respuesta jadeos por parte de Eun-Yeong. Comienzo a chupar su clítoris y a medida que su humedad va aumentando, tomó mi dedo medio y lo lubricó con su mismo líquido introduciendo este en su interior.
— ¡¿Qu-ue haces?! —dice un poco nerviosa—.
— Tranquila esto lo hago para que no te duela tanto cuando te penetre con algo más grande —explico mientras ingreso otro dedo en su interior— estoy dilatado tus paredes vaginales.
— ¡Ahhh! —gime cuando vuelvo a succionar su clítoris —.
— Hazlo ya por favor —me dice entre jadeos —.
Me separo de ella, quito mis pantalones y bóxer a la vez, y poco a poco me introduzco en ella.
— ¡Ahhhh! Duele mucho —exclama colocando sus manos en mi abdomen para que pare—.
— Tranquila, sólo dolerá ahora que está entrando, pero después que entre todo en tu interior dolerá menos —explicó —.
— Claro, dejará de doler tanto hasta que entre todo, me tranquiliza mucho —dijo sarcástica—.
— ¿Quieres que paremos aquí? —pregunto—.
Y aunque quedó un poco pensativa y esperaba un sí de ella. Suspiro y respondió
— Termina lo que comenzaste— a lo que yo entro de un sólo sintiendo un grito ahogado de ella y unas lágrimas saliendo de sus ojos cerrados.
Me preocupe, creo que entre muy brusco en ella y la lastime mucho.
— ¿Estás bien? —Pregunto y no responde — lo siento, me emocioné mucho y no medí mi fuerza —dije colocándome encima de ella, sosteniendo mi peso en mis brazos.
— Dame un segundo —dijo abriendo un poco los ojos— deja que mi v****a se acostumbre a que estas dentro de ella.
Sentí como el alma me vino al cuerpo.
— A la próxima, deja de ser tan brusco —comento a lo que yo asentí y besé sus labios —.
Comencé a entrar y salir lentamente de ella, mientras se acostumbraba y dejaba de dolerle tanto, ya después comencé a embestirla con más fuerza a tal punto de sólo sentir nuestro cuerpo chocar y nuestros gemidos de placer mezclados.
— Córrete para mí —Le dije a Eun-Yeong —.
Que en cuestión de pocos minutos llego a su liberación, mientras que yo al casi llegar a mi liberación saque mi m*****o y deje caer mi líquido en su vientre.
Despierto con un líquido caliente dentro de mi ropa interior y todo concuerda, eyaculé con ese sueño, que en realidad no era un sueño, más bien era un recuerdo. El recuerdo de la primera vez de Eun-Yeong conmigo.
Me levanto un poco molesto, tenía meses que no me pasaba esto, seguramente el beso que tuve con Eun-Yeong —aunque después cogí más rabia— tiene que ver con mi recuerdo húmedo, pero aquí estoy en el baño lavando el bóxer lleno de semen a quien sabe qué horas de la noche.